Revista Comunicación

Relato corto: Recuerdos para Petra

Publicado el 15 octubre 2021 por Universo De A @UniversodeA

Sigo preparando la publicación de un relato más largo, pero está siendo más difícil sacarlo adelante de lo que parecía (a ver si lo consigo antes de que acabe el año… a ver…)… entre tanto, gano tiempo con otros más cortos. Pero no os equivoquéis, eso no significa que tengan menor calidad, y para muestra, este botón en concreto.

¡Y por cierto, con esta publicación, ya se cumple más de medio año desde que decidí darle definitivamente prioridad a la sección “Grandes relatos” en el blog!… sin duda ha sido un gran éxito esta idea que me ha traído una gran satisfacción (a la par que trabajo), de la que no me arrepiento… y en la que espero persistir mucho tiempo, ¡sino definitivamente y para siempre!… o al menos lo intentaré.

En esta ocasión, y para variar, prefiero no introducir demasiado este texto, pues creo que estropearía su percepción. No obstante, al final, añado unas reflexiones.

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Recuerdos para Petra

Aquel día, Petra estaba sola en casa. No era algo muy usual, pero nadie había podido quedarse, todos estaban demasiado ocupados. Aunque la habían dejado encerrada, se le metió en la cabeza que quería salir, y siendo el único pensamiento constante que podía albergar, de algún modo, se las arregló para conseguirlo. Siempre había sido una persona espabilada, pues la edad, aún quitándole otras cosas, no había sido capaz de arrebatarle eso. Y ello, a pesar de que, justo antes de marcharse, su familia le insistió, y hasta la obligó a repetir, en voz alta, que en ningún caso saldría de casa (tal vez por eso, ante el miedo y la desconfianza, habían llegado a la medida extrema de confinarla… incluso siendo este mal menor un riesgo también). Pero ella no lo recordaba.

A medida que atravesó la finca del que había sido siempre el hogar de su familia, pudo observar un robusto árbol, del que su abuelo, cuando era pequeña, había colgado una cuerda que había servido durante años como columpio… motivo de risas, diversión infinita para ella y sus hermanos durante su infancia. Hoy, tan rudimentaria construcción había sido sustituida por otras de plástico, más sofisticadas y coloridas, que sus nietos apenas miraban o apreciaban de tantos juguetes como tenían. Pero ella no lo recordaba.

Salió de la propiedad y empezó a caminar, un tanto desconcertada y temerosa… cruzó por delante de un moderno supermercado: muy luminoso, impecable, con los mismos colores de marca estratégicamente colocados, ordenado, con música actual a todo trapo… exactamente igual al de la población de al lado, a otros tantos de todo el país (e incluso del mundo, pues el modelo de negocio funcionaba); con empleados temporales pero permanentemente hastiados, que, para paliar el que no conocieran (ni les importara) ninguno de sus clientes (bastante tenían con trabajar mucho y cobrar poco), llevaban una placa con su nombre, colgada de su impersonal uniforme, conjunto que los confirmaba como una gota más del océano que era su empresa internacional… todo ello nada tenía que ver con la familiar, variada y caótica tienda de ultramarinos con la que Petra se había ganado la vida, siempre con una sonrisa, durante toda su vida laboral; y en la que, según entraba por la puerta, sabía exactamente lo que iba a pedir su cliente de siempre, si no lo tenía se lo encargaba…. Era extraño lo diferentes que eran los dos modelos de negocio; sobre todo, porque ambos habían ocupado el mismo local. Pero ella no lo recordaba.

Al poco, empezó a sentirse cada vez más intranquila en aquella zona urbana, estridente a todos los niveles: visual, sonoro… así que decidió escapar a un lugar más apacible; tal vez a alguno de los parajes naturales por los que había caminado descalza de joven… necesitaba huir… pero no era tan fácil: con los años, en muchos de esos lugares, se habían construido barrios enteros, cuyas laberínticas calles Petra no conocía, y por las que acabó callejeando sin rumbo, desesperada por fugarse de aquel ruido infernal para todos los sentidos. En medio del vagabundeo por aquella zona residencial nueva, fue reconocida por una antigua vecina, que hacía años que se había visto obligada a abandonar su casa, su barrio… su vida; todo aquello que había conocido, para ingresar en una residencia geriátrica; aquel día estaba con su hijo, que la acompañaba en el paseo, y que conocía a Petra desde niño; la saludaron…. Pero ella no lo recordaba.

Al fin, la anciana consiguió liberarse, al fin había alcanzado la naturaleza que tantos recuerdos le hubiera traído… si tan siquiera pudiera acordarse. Y sin embargo, empezó a sentirse incómoda, estaba agotada… quería volver a casa. Decidió dar un rodeo para no volver a atravesar aquella espantosa urbe… sin duda, los montes que conocía de siempre serían más tranquilos… pero cada vez estaba más extenuada…. Entonces, del cansancio se cayó, y rodó a través de unos espinos… ¿cómo saldría ahora de allí?, ¡era un laberinto!, ¡interminable!, ¡cortante y terrible!… las espinas se clavaban en su piel, su ropa, impidiéndola avanzar, y a cada paso que daba parecía introducirse aún más, inevitablemente, en aquel bosque de púas del infierno, que parecía dispuesto a retenerla hasta desangrarla, recubrirla y alimentarse de ella… Petra lloró, mas aún sin ser del todo consciente de la situación, le quedaba suficiente cabeza como para saber que eso no solucionaba nada, así que decidió seguir adelante, como había hecho toda su vida…. Pero ella no lo recordaba.

Una llamada de una antigua vecina. Un susto. Una casa vacía. Pánico. Una denuncia por desaparición ante las fuerzas de seguridad. Lágrimas, angustia. Días de nerviosismo, noches sin dormir. Al final otra llamada. Y el reconocimiento de un cuerpo.

Desde que había enfermado de alzheimer, Petra apenas recordaba nada. Quizás por eso no había conseguido encontrar el camino a casa, por más que lo había intentado durante días, estando, en realidad, a unos pocos metros; tampoco había sido capaz de pedir auxilio… lo cierto es que ella nunca había sido prisionera de la naturaleza, sino de su propia mente.

Tal vez por todo ello tardaron tanto en localizarla, ¡cómo sospechar que estaba tan absurdamente cerca!. Ahora la anciana nunca más recordaría nada, pero en su funeral, todos los asistentes se acordaron con cariño de todo lo que ella ya no podía. Y, a pesar de que a los trabajadores del tanatorio les fue imposible borrar del todo el dolor que atravesó el cuerpo antes de fallecer; hay quien dijo que, tras evocar aquellos recuerdos, en el rostro del cadáver se vislumbraba un gesto: esa sonrisa orgullosa que posee quien ha tenido lo que ha querido, es decir, una vida bien vivida.

Rescatan anciana que estaba encerrada en condiciones inhumanas

Reflexiones: es indudable que el tema principal de la narración es una enfermedad como el alzheimer, que muchas veces ha estado de actualidad; y que el personaje ficticio de Petra es una representación, evocación, alegoría, de muchas personas que realmente existieron, además de tener vidas y fines parecidos (de hecho, la trayectoria vital de la protagonista es intencionadamente genérica)… pero no solamente, o al menos me gustaría que el relato de mi autoría no se quedase sólo ahí (de ser así, lo consideraría una reflexión simplista y superflua).

Esta historia, también habla de cómo cambia el mundo, de lo rápido que lo hace, y de cómo eso puede significar que haya personas que se queden atrás en el proceso, incapaces de adaptarse o asimilarlo; sí, es muy cierto que mi protagonista está enferma y por tanto no está en su plena capacidad para percibir la realidad tal cual es… ¿pero y si lo estuviera? el mundo en el que nació Petra, que conoció, no tiene nada que ver con el de su vejez, con aquel en el que morirá… ¿es por tanto el alzheimer del personaje tan sólo una metáfora?.

Esta es sólo una de las múltiples cuestiones paralelas que podría sugerir mi texto, y que se podrían abordar por parte del lector reflexivo y juicioso… pero ahí lo dejo, pues, como todo verdadero artista, prefiero formular preguntas a contestarlas.

Os toca pues, a quienes lo habéis leído, decirme que os ha evocado, y que significa este relato para vosotros.

Toda la ficción propia (relatos cortos, novelas por entregas, microrrelatos…) publicada en Universo de A está reunida aquí, en el Índice-Guía de Grandes Relatos.


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