Ya le dijimos adiós a la Navidad del 2022 pero mi relato aún lleva su marca. Ya me diréis que os parece.
La foto es una puesta de sol que capté en un país lejano. En ese viaje puse todas mis esperanzas y casi todas se cumplieron. Un árbol en forma de corazón —o al menos eso me pareció a mi— envuelto por el rojo de la naturaleza que se va a dormir.
ESPERANZA
Los compañeros de clase se rieron de él cuando les habló de su magnífico plan. A él no le importaba. Estaba decidido. Fuera de plazo pero aún era Navidad; tenía la esperanza puesta en el poder de los Reyes Magos.
Era de noche y el terror le bloqueaba.
«No seas miedica; o prefieres no volver a sentir sus abrazos.»
Sacó las cerillas y encendió una vela para disipar las sombras y sus temores.
—Por favor Reyes Magos, que mamá vuelva— suplicaba mientras se tumbaba sobre la tumba de ella.