Amanecía. Los primeros rayos del sol se reflejaban en las aguas azules del mar. Una tortuga que había pasado largo tiempo conviviendo con un asceta, salía de su sueño profundo y se desperezaba en la playa.
Abrió los ojillos y de repente, vió un pez, que sacaba la cabeza del agua. Cuando el pez se percató de la presencia de la tortuga, le preguntó:
-Amiga tortuga, presiento que hay sabiduría en tu corazón, pues has vivido largamente con un hombre sabio; por eso quiero hacerte unas preguntas ¿que es el agua?
La tortuga, sorprendida y sin poder contestar, se quedó mirando. El pez aguardó un instante y después, al ver que el silencio se prolongaba demasiado, volvió a repetir su pregunta.
-Amiga tortuga, en tu infinita sabiduría, ¿puedes responderme que es el agua?
-Amigo pez, has nacido en el agua, en el agua estás viviendo y en el agua hallarás la muerte. Alrededor de tu cuerpo hay agua y agua hay dentro de tu cuerpo. Te alimentas de lo que encuentras en el agua, vives en el agua, en ella hallarás a tu pareja y en ella te reproducirás.Es más gracias a ella, el agua, forjarás nueva vida. Y tú, pez necio,¿tu me preguntas que es el agua?
La moraleja del relato : no siempre sabemos o queremos ver qué pasa a nuestro alrededor; nos habla de los problemas de conciencia e identificación.
El agua simboliza las emociones, el pez como arquetipo de quien vive subyugado o absorbido por el mundo emocional y la tortuga representa la sabiduría quien tiene la capacidad de enfrentarse a lo que le rodea con la perspectiva de la experiencia.
El pez representa a la persona que cree tenerlo todo bajo control y sin embargo pregunta por lo obvio, que es precisamente lo que no puede percibir.
Muchas veces, como el pez, nos sumergimos en un problema o contratiempo, lo integramos a nuestra vida, dejamos que complique y permitimos que influya a otros, sin darnos cuenta que algo esta fallando.
No sabemos o no queremos ver la realidad, una realidad que tocamos a diario y que sólo quienes están a cierta distancia o no involucrados directamente pueden clarificarnos.
El relato como toque de atención, una llamada a los falsos buscadores, a esos que dicen ansiar el despertar interior pero no se esfuerzan ni lo más mínimo para encontrarlo.
¿Como es posible que el pez jamás se haya preguntado a sí mismo o a otros de su especie sobre el agua?
Como el pez, hay personas que desean alcanzar la via de lo místico y lo espiritual, pero son falsos buscadores de la verdad. Se trata de individuos que viven inmersos en su propio egoísmo, cuando a su alrededor acontecen problemas no parecen darse cuenta; a veces lo niegan o miran hacia otro lado, como el pez que, nadando en el agua, pregunta por este elemento. Se trata de personas que cometen errores de los que culpan a los demás, individuos que generan daño, pero piensan que han sido las circunstancias y no ellos los responsables.
El pez, como el arquetipo de la persona que dice buscarse a si misma pero en realidad no desea encontrarse. Representaría a quienes se niegan a tomar consciencia del aquí y el ahora, del cómo y del dónde, del cuando y el porque, y como el pez, preguntan a los demás sobre su propia existencia.
Del libro Cuentos Hindúes