Palabras desocupadas
Muchos creían hace unos dos años que con la pandemia los humanos y el planeta humano iban a ser mejores, más conscientes, sabios y solidarios.Pasó ese tiempo de euforia amorosa, de ayuda y aplausos
y los humanos no nos hemos despertado a un "mundo feliz y dorado" ni nos hemos convertido en "seres de luz".
Y aquí nos encontramos, con los mismos tics, las mismas costumbres, la misma agresivad. El individualismo acérrimo y tenaz.
Así que yo voy a intentar dejar de soñar con las estrellas, el amor, los niños en los parques, los abuelos descansando; las flores y las aves, los rebaños y jaurías.
Y centrarme en una actitud creativa y activa.
Desde ya, conservar y dibujar la amplitud de la noche y respirarla, recogiendo estrellas y haciendo el amor, cultivando flores o lechuga debajo de los naranjos. Con lluvia y con sol.
Preparar los nidos en las paredes para las aves en primavera y hablar con las cabras en medio del pastoreo, paseando los perros.
Jugar con los niños, atrapar margaritas y compartir confidencias con los mayores.
Y si me tropiezo con otro humano que gruñe, que no contesta, que se ha ido desmenbrando y se le están escapando los códigos de la comunicación, haré un esfurzo para seguir el rumbo sin que se oponga al entusiasmo con que pretendo iniciar esta fase oscura y desconocida.
Convocatoria de Inma desde su blog "Molí de Canyer" con el tema "Cambios" (Participantes).