Revista En Femenino

Release The Kraken

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe

Hace poco leía a mi amigo sobre revoluciones domésticas y vitales. Me hizo recordar un término que solía usar en este blog cuando os contaba los días de furia de Luke y Leia: el mellizogeddon. Me pregunto porqué ya no recurro a ello tan a menudo. Y me doy cuenta de que con siete años, la locura de la primera infancia, los terribles dos y tres años y los berrinches, la entropía y el caos, los cataclismos infantiles ya no son lo que eran. Ahora con siete años son... otra cosa.

Release The Kraken


La etapa de los berrinches ya pasó. Pero vivimos en un estado revuelto y revolucionado casi a diario. Cuando no es por babor, es por estribor, o incluso alguna vez aparece el Kraken por ambas bordas. A menudo me descubro intentando calmar esas aguas bravas, maremotos de un ratito, opacar un poco esa luz salvaje, acallar canciones y gritos de juegos, persecuciones por el pasillo, calcetín en mano. O metiendo prisa por apurar el colacao, por recoger los juguetes del cuarto, por terminar la ficha de lectura o el último episodio de Doraemon, o pidiendo desesperado que se enjabonen y dejen de jugar en la bañera, de echar agua por la borda. Y en alguna ocasión me digo a mí mismo: .
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Luego leo a Adrián, o escribo sobre mi propio , y pienso en la de veces que, hablando con otras madres y padres sobre los niños -los míos y los de los demás-, utilizo una frase, que no por sonar a excusa y coartada, deja de ser cierta: "si es que tienen siete años". Pero resulta que esos siete años también pasarán. Y como me contaba en aquella carta que me dediqué hace unos años, mejor será que espabile. Porque Luke y Leia no van a esperarme. Su ritmo es mucho más rápido y constante que el mío, son imparables. Y no puedo permitirme quedarme atrás, quiero seguir haciendo todo el camino que pueda junto a ellos, no perderme nada, y esto no ha hecho más que empezar. Así que "espabila, melón".
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Sí, ya no es tan habitual como antes verlos cantar a viva voz por la calle. Pero de vez en cuando me dan ganas de agarrar a cada uno de una mano, liberar al Kraken, y montar otro mellizogeddon.


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