Había pensado dedicarle un post a la 2ª miniserie del Maestro pero he pasado porque no he visto motivo. No hay mucho que decir porque es mediocre y además, aunque no sea una antigualla, no es novedad. Lo último es lo único que interesa en el mundo hipersaturado e hiperestimulante actual así que, a quién interesa eso ya? La 2ª miniserie del Maestro me ha gustado porque coleccioné y tengo el Hulk de P. David y encuentro que pone un buen final a una etapa que no termina bien. Por una parte dalguna forma zanja eso tan prometedor de los troyanos que el mismo P. David, su creador, dejó colgado y por otra contextualiza un personaje tan atractivo e interesante como es Maestro, si bien sobre todo lo es porque es el único supervillano del futuro que en el eterno presente del Universo Marvel es un superhéroe. La 1ª miniserie es mala porque P. David no supo darle un buen y digno final a una historia quempezó muy bien, y la 3ª es ilegible así que es una pena que la 2ª termine con un continuará. Mas lo bueno de las historias que ocurren en futuros lejanos es que podemos rellenar a nuestro gusto los vacíos temporales. Así pues, si como yo os parece demasiado flojo el final de la etapa de P. David en Hulk, lo de las miniseries de Maestro os pueden interesar porque, aunque mediocres, son entretenidas y algunas buenas cosas tienen, si bien en mi opinión alrededor del 80% de lo bueno está en la 2ª miniserie. Pero también ejque a mi me gusta el Hércules clásico, así que me disgusta como lo pervierte P. David en la 1ª, y no me gustan Namor y la Abominación dese autor, una versión de Bestia del famoso cuento Bella y Bestia, y estos son 2 de los 3 antagonistas de la 3ª que, sin duda, Marvel produjo para asegurarse de que ordeñaba hasta la última gota del interés por Maestro (lo cual tampoco le vino mal a PAD). Las 3 miniseries son cronológicamente anteriores a la sobrevalorada Futuro Imperfecto. Son el puente entre el fin del Hulk barbudo de la etapa de P. David y esa célebre seudo miniserie.
Así pues paso a lo siguiente de la lista. Paso a Lobo.
Dalguna manera el nº 1 de la 1ª miniserie de Lobo el Azote del Cosmos fue mi primer cómic DC. Ya había pillado algo desa editorial. De niño había leído algún Superman, Batman y JLA, pero no mengancharon. Flipé con Camelot 3000, pero eso no es Universo DC. Así pues durante los 80 no presté atención a Zinco. Pero este cómic me llamó mucho la atención. Era diferente, atractivo y macarra. Pensé mucho el pillarlo porque no sabía qué me parecería ya que era para mi algo totalmente desconocido, mas al final sucumbí a Bisley. Así empecé con Zinco pues en seguida vino Sandman, y al hacer algo mensual poco a poco fui entrando en DC. Nunca he pasado del umbral porque no matraen sus personajes populares (los pocos que se publican aquí ya que ni siquiera son todos) pero desde entonces hasta finales de la década pasada he procurado leer lo más famoso del mismo. El final lo ha puesto la carísima forma deditar DC en España más una política editorial antipática de DC, cruces y eventos constantes. Hay que ser muy fan para tragar con todo eso y, como les he confesado, yo no soy tal cosa. Así que volvamos a 1991. A Lobo.
Los pobres despíritu sin duda verán a Lobo como mínimo antifeminista pero, si bien no hay que olvidar que es un producto de chicos para chicos, la heterosexualidad crea una constante dialéctica o tensión entre los sexos que supone que el machismo y el feminismo (que en el inconsciente de las mujeres es el exacto contrario del 1º) son antinaturales. Así pues, Lobo no es machista, Lobo es un personaje bastante asexual, al menos en esta miniserie, simplemente ridiculiza a las mojigatas porque evidentemente cualquier macho se resiste a la castración o a que se le niegue el uso y disfrute de su miembro.Este genocida es un personaje galáctico del Universo DC así que apenas interacciona con la Tierra. Esto en esta miniserie es una gran ventaja porque puede leerse como si no hubiesen más cómics en el mundo (pero molaría que reeditasen LEGION a un precio popular, leí años después lo que publicó Zinco y me pareció bueno), y su historia puede ser de humor negro, grosera, cínica e iconoclasta sin problemas porque no puede salpicar ni a Superman, ni a Batman ni al resto de hermanitas de la caridad de DC. Una ventaja que aprovechó muy bien Giffen para hacer un cómic genial (y todo lo que un adolescente quiere leer). Esto creo que ha hecho que no haya envejecido nada. Cierto es que la historia que hizo Giffen para esta miniserie es muy simple y convencional, pero está tan bien contada con la ayuda de A. Grant en los diálogos que no importa. No sé quién redactó los textos que enriquecen la historia. El asunto es que como cada nº es mejor que el anterior al ser aún más macarra el lector es incapaz de pensar en lo poco original y lo muy lineal que es el relato questá leyendo. También es responsable de que dé igual que la historia sea boba y previsible es que está perfectamente estructurada, tanto a nivel miniserie como a nivel grapa o episodio. Giffen se dio cuenta de que un relato así, es decir, una comedia, sólo se sostendría si cada vez el enredo se hacía más grande, si cada grapa fuese un capítulo y si se abrazase el absurdo y la exageración sin complejos. Ese autor, además de ser un tipo ingenioso, gracioso y cínico, es un sobresaliente narrador. Aunque la razón principal de que lo lineal y tópico den igual es que la historia es una excusa para ponerse macarra, vandálico, grosero, punki y rebelde, todo por las risas. Pero esta miniserie además de ser una tontería divertida es subversiva pues denuncia que el Sistema es hipócrita y tiránico, que la mojigatería y la ultramodernidad son poses despreciables porque deshumanizan y que el fanatismo es estúpido (aunque tenga cierta nobleza pues supone lealtad y coraje). Una gran crítica a EEUU. Así también Giffen justifica que el héroe sea un monstruo. Lobo es asqueroso, pero cuando todo está podrido, así ahora como antes, tipos como él son los únicos aceptables. Lobo no pretende mandar. Tampoco clasificar, someter, influenciar o corregir, seguramente los autoproclamados enderezadores sean sus principales presas. Y no respeta nada porque sabe que vive en una farsa. Por eso es un hedonista. Destruye porque destruir es lo que más placer le da. Qué otra cosa se puede hacer cuando a uno le obligan a participar en un sainete? Por eso resulta lógico que en ese contexto sea el héroe. En un Sistema alienante e irrespetuoso sólo alguien tan superficial, egoísta y psicópata no es un villano. Lobo no explota a nadie y sólo pide libertad y reconocimiento. Así pues no es peor que los que pretenden que les obedezcamos o sigamos en nombre de un Bien Común que no es más que un lobo con piel de cordero. Esa es la tragedia quencierra esta comedia y ahí está la maestría de Giffen. Plasmando las cosas como son a través de la caricatura o el humor ese autor demuestra que en esas condiciones ser un macarra y un vándalo es la única opción sana. Cuando todo está podrido. Cuando uno tiene payasos a la izquierda y cómicos a la derecha. Cuando uno está rodeado de bufones; lo único digno es no tomarse las cosas en serio. No ser una risa enlatada más. No hay que reír cuando a uno le manden o por convención. Ese es el mensaje, y para que nos llegue Giffen usa la bella ultraviolencia como recurso expresivo para descolocarnos. No la blanquea, justifica o banaliza, ahí está el destino de los fanáticos de Lobo para evidenciar que no debe ser tomado con literalidad, sino que la usa como un chamán utiliza en los iniciantes sus drogas
Quizás que en esta miniserie todo gire en torno a una profesora de niños significa que en realidad Lobo es pueril o pubescente. No voy a negar que una de las razones por las que mencantó esta miniserie al principio es que todavía iba al instituto y por lo tanto sufría profesores que se pensaban que su profesión consistía en humillar a los menores dedad a su cargo, así que el que sapalizase y mutilase a gente desa calaña me producía catarsis. Pero el tema es que Lobo va sobre la resistencia a la socialización ejercida por una distopía. Por tanto, si Lobo es hiperindividualista, lógicamente su contrario es el primer agente opresor del gobierno con que se encuentra cualquier persona contemporánea (desde que la educación escolar es obligatoria). La existencia de su profesora impide a Lobo considerarse LIBRE. Por tanto lo que hace el último czarniano en esta miniserie es librarse de los últimos restos minoridad que aún quedaban en su mente. Lo cual logra como un adulto: siguiendo las reglas; aunque en este caso lógicamente esas son sus reglas.Evidentemente pillé el primer nº por Bisley. Lobo no es lo 1º que se publicó de él en España pero si de lo 1º así que no lo conocía. Me llamó mucho latención su estilo. No había visto nada parecido. Expresionista y caricaturesco pero no grotesco. Espectacular pero modesto. Distinto pero no rompedor. Ideal para una historia de humor negro y ultraviolencia donde todo es exagerado casi hasta el absurdo. Un estilo que resulta raro en una grapa porque no está pensado para ella. Bisley es un dibujante pictórico así que su línea es muy fina porque en su estilo el color es lo importante y eso es irrealizable en un comic book, sobre todo en uno de las coles de DC con poca expectativa de venta. En esas grapas el color se daba para rellenar. Simplemente para evitar el b&n. Por tanto, como el color de Lobo es limitado y plano, queda en evidencia el poco interés que tiene Bisley en las arquitecturas, en las escenas de masas y en las viñetas puramente narrativas. Pero esa falta de idoneidad editorial no queda mal porque Bisley dibuja de forma notable, usa bien las manchas de negro y compensó las viñetas malas con viñetas notables, y porque el tono de la historia hace que se tome como parte de la broma el que el dibujante se esfuerce selectivamente. Porque no es vagancia sino estrategia. Bisley, al no ser estadounidense y ser pictórico, no concibe la viñeta como un fotograma, es decir, no cree que todas las viñetas han de ser dibujadas con el mismo curro sin importar su relevancia, su tamaño y su función, porque sabe que el Cómic es dibujo y por tanto el curro de una viñeta puede variar. No tiene sentido que todas sean iguales porque jugar con eso es un recurso expresivo de primer orden y hace más fácil la vida del dibujante. Por qué currarse viñetas puramente narrativas? Lo que hay que hacer, sobre todo porque uno no tiene toda la vida para hacer un cómic, es darlo todo en las viñetas importantes y en el resto ser pragmático. Después de todo el Cómic se lee de modo que nadie se detiene a mirar. Como el Cine. Nadie echa paratrás o congela cada 2x3. Así pues el dibujo de Bisley combina muy bien la espectacularidad con la eficiencia de modo que no importa que las condiciones de la grapa no sean ideales para su estilo. De todos modos, parte de la bondad de la parte gráfica de Lobo viene de Giffen ya que él también sencargó de la viñetización y él era muy bueno en eso. En esta gran miniserie usó como base 6 viñetas distribuidas siempre ad hoc que aumentan o disminuyen en función de lo que toca contar. Así, la lectura es tremendamente fluida y dinámica y siempre tiene el ritmo adecuado. El mérito de Bisley en esa faceta es que no estropeó el magistral tempo narrativo diseñado por Giffen. Desta manera Lobo no es espectacular ya que su color es feo (no tanto en las ediciones más recientes que además permiten ver mejor las líneas del dibujo) y no se puede dibujar peor, o más pobremente, una civilización tecnológica y ciudades hiperpobladas, lo cual nobstante casa con la lógica de la miniserie pues su historia está al servicio de Lobo y eso hace queste destaque más en las páginas, pero su lectura es muy agradable y su guión está perfectamente plasmado por el dibujo. Tanto el relato como su tono macarra y vandálico. De hecho Bisley consigue que pensemos que ningún otro puede plasmarlo mejor. Y eso es una forma de perfección. Su dibujo es parco y frugal, pero qué otro tiene un estilo que esté justo en la frontera entre lo exagerado y lo idealizado? Quién puede hacer que no cause extrañeza el loco Espacio donde habita Lobo incluso llenándolo de detalles ridículos?
Como aquí Bisley tenía el color se dignó a currarse una escena de masas.Así pues, Lobo, aunque no es una obra maestra, ya es un clásico. Seguramente hace más de 20 años que lo releí por última vez pero no ha envejecido nada. Cierto que el mundo ha cambiado poco, pero Lobo no es una simple gamberrada. Lo subversivo siempre es pertinente y por ello nunca envejece. De hecho, como estamos yendo haciatrás, ésta miniserie hoy es más ofensiva y punki que en 1990 (la traducción de Zinco ayuda porque hoy resulta políticamente incorrecta, otro detalle que hace que la edición desa editorial sea la mejor edición española de Lobo). El humor con mensaje nunca es de mal gusto o vulnera la libertad dexpresión. Por tanto, del mismo modo que los vándalos hicieron bien en derribar al podrido Imperio Romano, la sociopatía deste Atila posmoderno que es Lobo es algo heroico en su cosmos pues nunca hay que olvidar que el humor, aunque siempre alude a la realidad, es ficción. En Lobo el último czarniano arrasa todo, pero en ella Giffen no nos está diciendo que hagamos lo mismo sino que despertemos.