Revista Religión

Relevo en la presidencia de la academia peruana de historia eclesiástica y presentación del número 12 de su revista

Por Joseantoniobenito

RELEVO EN LA PRESIDENCIA DE LA ACADEMIA PERUANA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA Y PRESENTACIÓN DEL NÚMERO 12 DE SU REVISTA

RELEVO EN LA PRESIDENCIA DE LA ACADEMIA PERUANA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA Y PRESENTACIÓN DEL NÚMERO 12 DE SU REVISTA

RELEVO EN LA PRESIDENCIA DE LA ACADEMIA PERUANA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA Y PRESENTACIÓN DEL NÚMERO 12 DE SU REVISTA

El lunes 14 de junio, en el Convento de la Merced, la Academia Peruana de Historia Eclesiástica que preside desde su fundación en 1986 Monseñor Severo Aparicio Quispe, obispo auxiliar emérito de Cuzco, ha presentado el volumen nº 12 de su Revista. Cabe resaltar que el Director ha recibido por parte de la Universidad de San Antonio Abad del Cuzco el título de profesor honorario. También, en dicha ceremonia, se ha dado el relevo en la presidencia de la Academia y en la dirección de la Revista, que después de casi 25 años ha pasado al P. Armando Nieto Vélez, S.J.  En la ceremonia ha sido incorporado como miembro de número el P. Ernesto Rojas Ingunza. En el mismo acto se propuso como Presidente Honorario de la Academia a Monseñor Severo Aparicio.

 

DEDICADA A DESTACADOS PERSONAJES DE LA IGLESIA DEL PERÚ

Como se indica en la presentación, los artículos se refieren a “figuras representativas cuya actuación honra a la historia de la Iglesia en el Perú en aquella gloriosa época”.

De este modo, se abre el volumen con el artículo referido a una de las cumbres de la primera evangelización en Lima: “Fray Jerónimo de Loayza. Primer Arzobispo de Lima” del P. Guillermo Álvarez Perca. Le sigue el controvertido y estimulante “Fray Martín de Murúa” de Juan M. Ossio A., uno de los máximos conocedores del cronista mercedario a la par que del cronista Felipe Guaman Poma de Ayala; de hecho, en el apartado de recensiones se dedica un espacio a su obra “En busca del orden perdido. La idea de la Historia en Felipe Guaman Poma de Ayala”.

Otro personaje del mundo virreinal, cronista de la orden de la Merced, “Fray Francisco de Miranda Balcárcel y Peralta 1631-1718” merece el artículo de Fr. Eudoxio de J. Palacio Zelaya. Un gran personaje que llena el siglo (1813-1890) lo representa el P. Gual y Pujadas, del que se ofrece su vida y obra por parte del mexicano Marcelino Cuesta Alonso quien dedicó su tesis doctoral al gran teólogo y misionero franciscano catalán peruano. Ya en el siglo XX, se nos presentan dos personajes clave para comprender la Iglesia y el mismo Perú, “Monseñor José Antonio Dammert Bellido (1917-2008) de José Antonio Benito y “Recuerdo del P. Felipe Mac-Gregor (1914- 2004) del P. Armando Nieto Vélez, compañero de orden y presidente de la Academia Nacional de Historia, a la par que Vicepresidente de la Academia Eclesiástica.

De los 400 años de la creación de las diócesis de Ayacucho, Arequipa y Trujillo, reflexiona sobre el tercero Mariana Mould de Pease en su artículo “Al obispado de Trujillo en sus 400 años. Algunas consideraciones históricos y sobre esos documentos”; al hilo de una recreación histórica del obispado trujillano, la autora nos comparte su permanente preocupación por la custodia del patrimonio documental, misión de la que es responsable especialmente la Iglesia. Mencionamos por último un artículo dedicado a la religiosidad popular en torno a la devoción hacia el Señor de Huanca: “Una motivación misionera: El Señor de Huanca” de José Luis Bleda Fernández.  Cabe resaltar también una nota entrañable: la publicación del registro documental de la creación de la Academia Peruana de Historia Eclesiástica con fecha 3 de octubre de 1986.

La revista ha sido distribuida a los obispos del Perú y está a la venta en las principales librerías de Lima, así como en el Convento de los PP: Mercedarios de Lima.

Cualquier información: [email protected]http://jabenito.blogspot.com/

 

P.D. En las fotos aparecen Monseñor Severo Aparicio imponiendo la medalla de la Academia al P. Ernesto Rojas y el P. Armando Nieto, S.J. agradeciendo el nombramiento, poniendo de relieve los méritos de Monseñor Severo.


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