Algo que parece subjetivamente razonable, pero que es también la conclusión de un estudio realizado por sociólogos de las Universidades de Harvard y de Wisconsin: «Religión, Redes Sociales y Satisfacción».
No es sólo la fe, o la espiritualidad en abstracto. Tampoco el asistir a una iglesia o templo. Un ingrediente fundamental de la religión, que la convierte en el mejor tratamiento antidepresivo, es la amistad.
Los vínculos tejidos en las congregaciones, sean del signo que sean, son un ingrediente importante que favorece el deseo y la ilusión de vivir entre los fieles. Esta es la respuesta de un trabajo estadounidense que ha profundizado en una relación ya conocida, la que existe entre la religiosidad y la satisfacción por la vida.
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