Relojes de hueso de David Mitchell

Relojes de hueso de David MitchellGoodreads | Amazon
Después de una pelea con su madre, Holly huye de su hogar. Mientras se adentra en la campiña inglesa, una extraña se cruza en su camino y le solicita «asilo», una petición a la que la adolescente accede sin ser consciente de su significado. De repente, las extrañas visiones y voces que la acechaban de niña vuelven a perseguirla y alteran su mundo hasta adquirir un aura de pesadilla. A esto se añadirá la traumática desaparición de su hermano pequeño, un niño inquietante con una inteligencia inusual.
Pasarán muchos años antes de que Holly entienda qué sucedió ese fin de semana.
★★★★☆
No recuerdo como me tropecé con Relojes de hueso, pero recuerdo que me llamó la atención su sinopsis y su portada, aunque me intimidaba las 700 hojas que componen este tocho. No obstante me atraía y ha sido una buena experiencia leerlo, porque me he encontrado con una historia muy distinta a lo que suelo leer.
Relojes de hueso no cuenta con capítulos pero está dividida en 6 partes, correspondiendo cada una de ella con un protagonista diferente y en unos años hacia delante respecto del anterior. A pesar de que durante bastante tiempo no se sabe que es lo que está ocurriendo en la historia, cual es el hilo principal, pues lo único que vamos es conociendo a personajes, a partir de una parte todo empieza a hilarse y a formarse la verdadera historia. Sin embargo tarda en empezar a vislumbrar, aviso. Os voy a hablar de las distintas partes.
La primera parte es contada por Holly, es una niña tonta, muy tonta, la típica adolescente que sufre mal de amores y actúa de la forma más estúpida y dramática que se le puede ocurrir: huir de su casa porque su madre le ha dado una hostia y su novio le ha puesto los cuernos -cosa que era más que predecible- y pensar durante todo el camino en como su madre se estará arrepintiendo o no, porque hace un popurrí de las dos. Holly se presenta en la primera parte como una chiquilla algo repelente, con alguna que otra falta de neurona y algo egocéntrica.
"Vinny y yo tenemos mucho cuidado y solo lo hicimos una vez sin condón, la primera, pero está científicamente probado que las vírgenes no se quedan embarazadas. Me lo ha dicho Stella."

Como diría mi madre: "¿tú eres tonta o chupas candados?" Lo que estará científicamente probado es que las vírgenes, si siguen siendo vírgenes no se quedarán embarazadas, NADA MÁS. Es que es leer eso y ya sabes que la niña es demasiado niña, inmadura y estúpida. No obstante con ella empiezan a ocurrir unos sucesos extraños que captaron rápidamente mi atención y, a pesar de que Holly no me cayera en gracia, no me molestaba tanto como protagonista, y las pocas escenas de esos extraños sucesos hicieron que aumentara mi interés y me preguntara de que iba esta historia, qué es lo que cuenta, qué es lo que ocurrirá a continuación. Mi gozo en un pozo al no encontrar explicaciones hasta más de la mitad del libro.
Después pasamos a Hugo, mi querido queridísimo Hugo. En cuanto empiezo a leer su parte no puedo más que poner los ojos en blanco. Hugo es el típico chico rico que hace cosas malas pero pone cara de bueno y la gente le cree, un chico que sabe manipular a la gente y no le da miedo jugar con lo que no se debe jugar, un chico que llama Kraken a la cosita entre sus pantalones, con eso ya entendéis el por qué de mis ojos en blanco, y las risas. Un poco engreído sí que es el chaval pero combinado con su carácter no me molestaba, más bien me hacía gracia y me encantaba ver sus jugadas. Así que sí, me encantaba Hugo, porque era malo pero me recordaba a Alex de La naranja mecánica, un chico de apariencia buena pero que en el fondo no es para nada lo que se creen que es.

"La cara de Hugo Lamb es la de un niño que desmiembra una araña de patas largas: leve interés y alegre malicia"

ME ENCANTA HUGO. En serio, lo adoro por completo, es un personaje tal y como podéis leer en la frase de arriba: con signos de arrogancia debido a su riqueza y clase social así como demasiado inteligente para sí mismo y con una malicia que simplemente me deja como a Miércoles en el gifs: con una cara de bicho malo y gusto de encontrármelo que no es normal, pero es que estos personajes son los que me gustan.

Me gustó Hugo en su parte, me encantó conocerlo, pero me godeé y regodeé en sus apariciones posteriores porque es un personaje que cada vez que aparece me gusta más. La verdad es que me hubiera gustado poder disfrutar más de él, me quedé con ganas.
En la tercera parte contamos con Ed, un personaje del que tengo poco que hablar porque simplemente no me importaba. Esta tercera parte fue la peor para mi, carecía de interés y ya estaba yo con mi frustración de que no ocurría nada, si además a eso le sumamos que Ed no aporta nada a la historia pues... Adiós Ed, viniste y te fuiste y no dejaste ningún tipo de huella en mi, me hubiera saltado tu parte con gusto.

Después tenemos a "Crispin Hershey, el Chico Malo de las Letras Británicas", como él mismo no se cansa de repetirnos. Crispin vive en su propio mundo de escritor, sabedor de su buena escritura que se le ha subido bastante a la cabeza, lo que le hace ser un hombre que no acepta críticas negativas, que se cree mejor que otros porque su obra es una pasada. No es que Crispin me cayera en gracia, es bastante engreído y más tonto que Hugo así que no lo he disfrutado tanto, no obstante me resultaba un personaje interesante y que me hacía gracia, pues es de los que piensas: el karma. Eso sí, me encantó el final de su parte, es cuando realmente todo empezó a cobrar sentido.
De las siguientes partes no voy a hablar pues ya es meterme en la historia de más de la mitad del libro y no quiero hacer spoiler, lo que llevará a que no sepáis realmente de que va la historia, pero ahí radica la gracia, en ir leyendo y no tener ni pajolera idea de lo que está pasando, ir haciendo conjeturas, frustrarse, alucinar... Lo que se dice pasar por una aventura.
Desde el principio se nombra a una tal Esther Little, momento en el cual el autorconsigue llamar la atención del lector y estar atento a lo siguiente que ocurra -así como cada vez que mencionan su nombre levantar las orejas cual perro que huele comida-. Mi decepción viene a que la historia avanza pero a la vez no, es decir, cambia de personajes y de años pero no vuelve a hacer mención a lo realmente importante hasta pasado más de la mitad del libro. Eso me ha puesto en una difícil decisión pues, a pesar de que finalizada la historia me doy cuenta de lo alucinante que es, mientras la leía ha habido veces en las que me aburría y encontraba cosas innecesarias debido a mi frustración y el hecho de que no se suelte prenda.
Si tuviera que definir el libro con una palabra elegiría frustrante. Sé que no tengo mucha paciencia en lo que a libros se refiere y me encanta descubrir los secretos, ergo si no me lo dan rápido, me frustro, y eso es lo que me ha pasado con este libro: al inicio parece una historia de lo más normal hablándote de distintos personajes y sus vidas que, sinceramente, algunas cosas no es que importen mucho, pero de vez en cuando aparecen cosas extrañas, esos sucesos extraños que denominé antes y que me hacen querer saber que hay detrás de todo esto. Lo malo, o bueno, del libro es que está excesivamente bien planeado, por lo que nos va soltando cosillas poco a poco para aumentar nuestro interés pero hasta el final no sabremos que es lo que ocurre aquí. Es por ello que defino el libro como frustrante, aunque de una forma buena. De vez en cuando salían nombres que te preguntabas "¿quién es?" cosas que ocurren y dices "¿qué ha pasado? ¿qué es este mundo? ¿quién es ese?" e incluso te nombran de vez en cuando el Guión, ese maldito guión que no daban respuestas, sólo lo nombraban y no hacían más que crearte preguntas sin respuestas. ¿Entendéis mi frustración?

Y debido a esta frustración me ha encantado la historia, porque una vez empecé a descubrir cosas iba encantada de la vida, respondiendo preguntas y alucinando con lo bien construida que está la historia así como su originalidad y la capacidad del autor de mantenerte pegada a las páginas debido a todas estas interrogaciones que nos vamos encontrando.
La forma de alternar entre los personajes, aunque al principio no me convenciera por no seguir la historia como ocurre normalmente, me ha acabado gustando bastante porque a pesar de que la historia acaba siendo de hologuistas y anacoretas, no te introduce desde el principio en ese mundo, sino que más bien la podemos vivir como los seres humanos normales que no saben que existen y poco a poco darnos cuentas de todo, un poco al estilo Holly pues, a pesar de que no vamos siempre con ella, el lector está hecho para hacerlo sentir como a Holly.
Algo que también me ha encantado ha sido el pasar de los años que tiene la historia. La historia va desde que Holly es un niña hasta que es una anciana, dejándonos vislumbrar el paso de un tiempo pasado, del presente y de un futuro que podría ser verdad. Me ha gustado el pasado porque es distinto y tiene un ambiente diferente que me gusta, el presente es algo a lo que estoy habituada y el futuro me ha cautivado por completo, sobre todo el de la última parte. Gracias a esto puede verse como se transforma la sociedad, como el ser humano se va elevando a una categoría que trae sus respectivas consecuencias. Me encanta esa imagen que da a la humanidad, haciendo que no sólo sea una historia de entretenimiento sino que al final indirectamente nos intenta hacer conscientes de a donde se dirige el ser humano. La ambientación que le da este paso de los años me parece espectacular, porque te hace vivir una vida por completo, desde los momentos más insignificantes hasta los más decisivos y también ayuda a que las historias no se precipiten, una guerra puede durar años y la forma en la que Mitchell ha llevado la historia ha sido perfecta.
Relojes de hueso ha sido una auténtica odisea, un libro muy distinto a lo que estoy habituada a leer y una auténtica sorpresa. Peca de extenso pero también de una trama muy bien construida, soltando detalles que a veces se nos escapan para al final irlos hilando y mostrarnos lo que estaba oculto. Eso sí, a veces me perdía con tantos nombres.