Dominante desde lo alto el río Duero, Lamego merece que se le dedique algo de tiempo: famoso santuario con gran escalinata, catedral, castillo, cisterna, palacio-museo,…
En el Jardin da Republica se puede contemplar un panel muy dañado de azulejos que hacen referencia a un Relogio do Sol. La curiosidad nos llevó a indagar y comprobar que la columna todavía existe, que ha perdido sus gnomones y que se ha instalado otro dispositivo en su misma rotonda como homenaje.

El reloj primitivo debió de ser un reloj cúbico múltiple en sus caras laterales, orientado, situado en un lugar accesible y no en el centro de una plaza con difícil visibilidad.
El nuevo reloj es helicoidal y parece más una escultura que un reloj. El marcado interior no facilita la lectura y como curiosidad tiene previsto su deslizamiento para la hora legal cambiante.

La rotonda se encuentra en el cruce de la N226 con la Rua Eng. Manuel de Almeida.

Portugal se declaró independiente del Reino de León en 1143. Un monumento recuerda que el Rey Alfonso I se detuvo en Lamego tras el Tratado de Zamora. Un icosaedro corona la estela votiva del acontecimiento, delante de la Iglesia Santa Maria de Almacabe.
En la misma calle de Almacabe es interesarte observar las variadas simetrías de azulejos en las fachadas de los edificios de la otra acera.
