Automatic for the people surge en un contexto ocasionado por el brutal éxito del disco anterior de R.E.M., aquel Out of Time que guíado por Losing my religion que sonó hasta en la sopa, los convirtió en vendedores millonarios. La banda en plena vorágine del éxito tenía varias opciones, una cuando eres prisionero del éxito dejas pasar los años y el tiempo y cuando vuelves ya no interesas a nadie, otra opción era publicar lo primero que te viene a la cabeza, que suele ser un refrito de lo anterior y de peor calidad, eso de aprovechar la inercia que se dice, y luego hay una tercera posibilidad, el de seguir tu propio camino, ser corredor de fondo, ignorar las presiones y expectativas creadas, incluso si incluye darle un corte de mangas a la industria como Dios manda, y esto último es lo que hizo el grupo R.E.M. exactamente con este álbum. Lo asombroso es que un disco tan amargo y oscuro, sin pretensiones comerciales ni apenas concesiones a la galería, que no solo fue un gran éxito, sino que se convirtió en su cima artística y popular. Una de esas extrañas ocasiones en las que el poder de una música sensible y emocionante, pero también incómoda y a priori poco accesible para el gran público, conecta de una manera insólita con el espíritu de su tiempo y trasciende barreras para convertirse en un hito generacional. Un disco con un característicosonido rural y emocional de unas canciones pegadas al espíritu de la tierra, que conectan directamente con toda una tradición en la que la muerte, la pérdida, la soledad y el implacable paso del tiempo, han sido siempre temas recurrentes.Uno de mis temas favoritos siempre fue Nightswimming, situada casi al final del disco, en un acabado glorioso del álbum. En una interpretación impresionante en el programa de Jools Holland en 2003, hace justo 15 años, Mike Mills y Michael Stipe al piano y voz.El 19 de octubre saldrá R.E.M. at the BBC, un recopilatorio de todas sus actuaciones en la radio británica... promete.
Os dejo con aquella interpretación de Nightswimming.