Una alergia o también llamada reacción de hipersensibilidad, aparece cuando el sistema de defensa del cuerpo, el sistema inmunológico, reacciona de forma exagerada frente a la exposición a un alérgeno; éste puede alcanzar estos tejidos por el contacto directo con la piel, por las membranas mucosas o a través de la circulación sanguínea luego de la absorción.
Ejemplos de alergénicos son el polen, las plantas, el polvo, los ácaros, los cosméticos, y el pelo de los animales, vacunas, y medicinas. También, los agentes físicos tales como calor, frío y luz del sol pueden producir alergia e, igualmente, variedad de alimentos como las naranjas, leche, huevos, trigo, pescados y otros alimentos de mar, chocolates, tomates, y fresas.
Es importante saber que los síntomas de una alergia no aparecen la primera vez que entramos en contacto con un alérgeno, ya que es necesaria una exposición continuada para que el sistema inmunológico empiece a considerar dicha sustancia como nociva y genere una respuesta de defensa. Los síntomas más comunes de la alergia son: congestión, nasal, tos, estornudo, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, fatiga, enrojecimiento de los ojos, lagrimeos, ardor, entre otros.
Desde la medicina natural, recomiendan al ajo, ya que resulta un excelente remedio natural contra las alergias por lo que se aconseja que las personas que lo sufren lo consuman mucho en sus comidas especialmente en ensaladas.
Si un alérgico tiene los conductos de la nariz tapada puede masticar un diente de ajo y observará que rápidamente podrá respirar mejor.
Otro remedio casero es masticar un trozo de panal de miel durante diez minutos para descongestionar los senos nasales de los alérgicos.