Remedios para el mal aliento

El problema del mal aliento parece estar presente en casi la mitad de la población adulta. Si bien en más del 85% de los casos el origen del mal aliento (o halitosis) está ligado a un origen bucal, en otros casos también puede estar relacionado con problemas a nivel de las vías respiratorias o con problemas estomacales. Como esta condición también genera algunos inconvenientes sociales, quienes sufren de este problema suelen replegarse y evitar el contacto con los otros por temor al qué dirán, alejándose cada vez más de una solución posible.

Algunos de los elementos que pueden estar en el origen del mal aliento son las caries, el consumo de alcohol, el cigarrillo, tomar poco líquido y consumir una dieta muy baja en calorías. Asimismo, también pueden desarrollar este problema las personas que tienen problemas en sus encías y quienes consumen cierto tipo de medicamentos.

Los agentes responsables del olor desagradable que acompaña a la halitosis son las bacterias anaeróbicas ubicadas en la boca (están en la lengua y en la garganta). Algunas bacterias, en su actividad, producen azufre y otros elementos sulfurosos como sustancias de desecho.

Los tratamientos para combatir el mal aliento varían notablemente en función del origen de esta afección en cada caso. Si el origen del problema está en la boca es necesario remover caries, eliminar sarro y/o higienizar las prótesis o arreglos efectuados previamente. También es necesario cepillar los dientes todos los días y utilizar hilo dental (el cepillado de los dientes debe ser acompañado por el cepillado de la lengua y por el uso de algún enjuague bucal de buena calidad). Es importante beber abundante agua a lo largo del día y consumir alimentos con mucha proporción de este elemento (el mal aliento está ligado a una baja producción de saliva).