La conjuntivitis es la inflamación aguda de la conjuntiva del ojo, los casos más leves son producidos por el viento, el humo y la polución medioambiental. También existe una forma de conjuntivitis muy contagiosa, como es aquella que se declara en los meses de invierno, la cual está causada normalmente por neumococos y estafilococos. Otro tipo de ésta se produce en las piscinas a causa del cloro y la primaveral por alergia.
Sus síntomas son lagrimeo, y dolor moderado en ocasiones, fotofobia intensa, picor, escozor, quemazón en los párpados y secreciones de tipo mucoide, pudiendo afectar a uno o ambos ojos, pegándose los párpados durante el sueño. La esclerótica, (lo blanco del ojo) aparece enrojecida y la sensación es de tener algo metido dentro del ojo.
Como tratamiento externo es recomendable evitar el frío y las corrientes de aire y de luz intensa, aplicar compresas calientes con infusión de eufrasia, salvia y manzanilla dulce y sobre todo y de manera frecuente lavar el ojo en su totalidad con éstas.No obstante hay otras hierbas con las que lavar el ojo como son el llanten, hisopo, meliloto, cola de caballo, serpol, flor de sauco, y la corteza de encina.
Como tratamiento por vía interna tomar infusiones de diente de león, boldo y fumaria, 3 veces al día y otra antes de irse a dormir. Complementar las infusiones con equinacea, bien sea en comprimidos o en extracto, es muy efectivo ya que refuerza el sistema inmune.