Dª Remedios Torres luce un aspecto excelente, poco propicio a haber sido necesaria su jubilación por enfermedad, como pretendía su hija llevando a otra persona en su sustitución. Pese a lo mediático de la vista oral, en la que, como no, La Sra. Campanario apareció compungida y fingiendo haber sido engañada, el asunto quedó en agua de borrajas, porque en este país es necesario empeñarse en ser encarcelado, además de hacer algo para merecerlo. Ahora su señora madre, sin otro mérito que su intento de estafa al INSS y haber parido a la esposa de un torero de medio pelo, se pasea por los platós de televisión vendiendo miserias propias y ajenas, obteniendo además de beneficios, la colaboración interesada de Dª Belén Esteban, dispuesta a apuntarse a cualquier cosa que haga ruido, porque ese es su modus vivendi. Personalmente la señora en cuestión, no me despierta el más mínimo interés, ni su vida, obra y milagros, ni el relato de sus desavenencias con la primera pareja de su yerno, que también debería permanecer calladita una buena temporada. Telecinco hace caja con estos temas y coloca a sesudos periodistas al frente de espacios en prime time para reventar las audiencias. Como dijimos desde hace tiempo en este espacio, no es un problema el montaje mediático para estos personajes, el verdadero problema es que logran su objetivo.