Revista Belleza
Los felices años 20 tuvieron lugar en EEUU en un período de prosperidad económica que abarcó desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta el Crack del 29.
Durante este período destacaron las influencias de movimientos artísticos como el Surrealismo y el Futurismo, que aportaron una indumentaria y accesorios decorativos radicales y extravagantes.
Tras la incorporación de la mujer en el mercado laboral, la moda sufre un cambio radical: se busca la sencillez y se acortan las faldas para ganar libertad de movimiento.
Un elemento muy característico de los años 20 fue el cloché, un sombrero de campana ajustado que se llevaba encajado en la cabeza.
En 1927 se estrena la primera película cinematográfica sonora, El Cantor de Jazz, producida por Warner Bros Pictures.
El cine se convirtió en un elemento muy importante a la hora de imponer tendencias. Figuras como Clara Bow o Rodolfo Valentino son recordados como sex simbols de la época.
Gran influencia tuvieron también diseñadores como Coco Chanel, Jean Patou, Jeanne Lanvin y Madeleine Vionnet.
No sólo desde la gran pantalla o desde las grandes firmas se extendió la moda. Surgieron diferentes movimientos culturales que influyeron en la forma de vestir de la época.
Los estudiantes de Oxford pusieron de moda el uso de pantalones de cintura alta y pernera ancha.
Se prohibió su uso en el ámbito estudiantil, por lo que la moda se extendió rápidamente.
Los clubs clandestinos, propiciados por la Ley Seca, hacen que surjan dos figuras representativas con estilo propio: los gángsters y las flappers girls.
El gángster más famoso de la época fue Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone.
Las flappers girls eran mujeres jóvenes que mantenían comportamientos poco convencionales para la época. Su conducta era considerada socialmente incorrecta: fumaban, bebían y frecuentaban los clubs.
Su forma de vestir era igual de controvertida que su comportamiento. Usaban vestidos sueltos con tirantes, en tejidos transparentes, que cubrían con perlas falsas y flecos de seda. Utilizaban como complementos los abanicos de plumas de avestruz, los collares de perlas largos, y en muchas ocasiones, boquillas largas para fumar.
Los turbantes y el pelo corto también tuvieron mucho éxito en esa época. La moda a lo garçone continuó hasta finales de la década.
En 1925, Francis Scott Fitgerald publicó su novela El Gran Gatsby. La película, protagonizada por Leonardo DiCaprio, trae de vuelta los felices años 20.
En las tiendas también encontramos prendas inspiradas en esta década. El vestido blanco es de Mango, el de rayas de Tintoretto, y los otros dos de Studio Classics.
El primer diseño es un vestido original de 1920 creado por Jean Patou. El segundo, un modelo actual de Kookai. El dorado y el negro, imprescindibles para esta temporada, son un clásico.