Revista Opinión
A José Luís Rodríguez Zapatero le fue impuesto, por Obama, Merkel, Sarkozy, la Unión Europea y Hu Jintao, tomar urgentes medidas para rebajar el déficit público. Al día siguiente de la llamada de Obama, Zapatero presentaba al Parlamento el Plan de Austeridad.
El veinte de octubre de dos mil diez, un día después de cerrar el pacto con los separatistas del Partido Nacionalista Vasco y, cuando sólo han pasado dos semanas de las elecciones primarias del PSOE para la candidatura a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid, en la que Tomás Gómez (apoyado por Felipe González y su “vieja guardia”, incluso por Barrionuevo) derrotó a Zapatero travestido en Trinidad Jiménez; el Presidente del Gobierno ha procedido a realizar una remodelación profunda en su Gabinete.
¿Le habrá sido también impuesta esta remodelación a Rodríguez Zapatero por Felipe González y su “vieja guardia”? ¿Será éste el botín a pagar por la derrota de las primarias y el fracaso de la huelga general? Parece que sí.
Es raro o quizá inédito, que en un Estado democrático una sola persona asuma tanto poder como Alfredo Pérez Rubalcaba en este nuevo Gobierno –Vicepresidente primero del Gobierno, Ministro de Interior, Portavoz del Gobierno y la persona que controla el sistema “SITEL”-. No puedo, como demócrata, evitar un escalofrío ante la acumulación de tanto poder en una sola persona.
Con sólo refrescar un poco la memoria podemos encontrar la procedencia política de Rubalcaba y la causa-efecto de su ascensión. Fue Ministro dos veces con Felipe González, primero de Educación, y más tarde, de la Presidencia (el Ministro más cercano al Presidente, con despacho en La Moncloa) y Portavoz en el funesto y último Gobierno de Felipe González, el de los GAL y la corrupción generalizada: un Ministro, dos subsecretarios de Interior encarcelados junto al Comandante Jefe de Inchaurrondo en aquella época. Saqueo de los Fondos Reservados, caso Filesa, Cruz Roja, BOE, Banco de España, caso Roldán, y otros…
Da la impresión, de que con este ascenso espectacular, Rubalcaba será, en lo que quede de legislatura, el que dirija y ordene la política a seguir por el Gobierno y el PSOE. O sea, el que manda. Zapatero, como he dicho en otros análisis, ya no es otra cosa que un cadáver político embalsamado.
Siguiendo con el análisis, todos los síntomas nos llevan al mismo pronóstico.
Valeriano Gómez Ministro de Trabajo. Sindicalista de UGT, nombrado administrador único para cerrar el escándalo de las PSV. Asistió el 29 de septiembre a la manifestación sindical en contra de la Reforma Laboral de Zapatero. Su misión como Ministro de trabajo es, precisamente, llevar a cabo la Reforma Laboral. ¿Una de las paradojas de Zapatero? ¿Concesión a UGT-CCOO? ¿Imposición de UGT-CCOO? Que cada cual aplique la respuesta que le parezca.
Jáuregui, Ministro de Presidencia. Enviado por Zapatero a la UE como euro diputado para quitárselo de encima. Fue vicelehendakari del Gobierno Vasco gobernando en coalición con el PNV en dos ocasiones durante varios años. Ahora nombrado como el ministro más cercano al Presidente. ¿Para apoyarlo? O… para controlarlo? A mí no me cabe duda. Para controlarlo.
Leire Pajín, Ministra de Sanidad y asuntos sociales. La típica patada hacia arriba. Sanidad y servicios sociales han sido, sin duda, los paganos del Plan de Austeridad de Zapatero. El desastre en este ministerio está asegurado. Una de las concesiones a Zapatero en sus capitulaciones.
Trinidad Jiménez, Ministra de Exteriores. Otra de las políticas desastrosas sin posibilidad de regeneración. Un “marrón” como el de Leire en lo político. Un premio para viajar por el mundo por su sacrificio en las primarias madrileñas. La segunda concesión a Zapatero en su última voluntad política.
Rosa Aguilar. Ministra de Medio Ambiente. Trasvasada desde Izquierda Unida, a cuyo hundimiento contribuyó, como tantos otros submarinos infiltrados. Cuota andaluza de Chaves, el más servicial ministro con Felipe González.
María Teresa Fernández de la Vega, Vicepresidenta primera del Gobierno. La mano derecha de Zapatero dedicada a tapar y disculpar los continuos errores y “meteduras de pata” de su jefe. Defenestrada. Le honra renunciar a su Acta de Diputada.
Por último, las señoritas Beatriz corredor y Bibiana Aído, señoras Ministras de Vivienda e Igualdad, respectivamente, las “niñas bonitas” de Zapatero. Suprimidas, y para que no se note mucho, nombradas Subsecretarias para que sigan chupando del bote” y sigan haciendo lo que hacían. Nada.
¿Hacia donde se encamina España con una política custodiada y orientada por partidos políticos minoritarios y separatistas, y, dirigida por una persona con un poder acumulado como nunca se había dado en la España democrática?
Esperemos que este nuevo rumbo no nos traslade en el tiempo a épocas pasadas.
Tiempo al tiempo y vivir para ver.
Virholmes
El veinte de octubre de dos mil diez, un día después de cerrar el pacto con los separatistas del Partido Nacionalista Vasco y, cuando sólo han pasado dos semanas de las elecciones primarias del PSOE para la candidatura a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid, en la que Tomás Gómez (apoyado por Felipe González y su “vieja guardia”, incluso por Barrionuevo) derrotó a Zapatero travestido en Trinidad Jiménez; el Presidente del Gobierno ha procedido a realizar una remodelación profunda en su Gabinete.
¿Le habrá sido también impuesta esta remodelación a Rodríguez Zapatero por Felipe González y su “vieja guardia”? ¿Será éste el botín a pagar por la derrota de las primarias y el fracaso de la huelga general? Parece que sí.
Es raro o quizá inédito, que en un Estado democrático una sola persona asuma tanto poder como Alfredo Pérez Rubalcaba en este nuevo Gobierno –Vicepresidente primero del Gobierno, Ministro de Interior, Portavoz del Gobierno y la persona que controla el sistema “SITEL”-. No puedo, como demócrata, evitar un escalofrío ante la acumulación de tanto poder en una sola persona.
Con sólo refrescar un poco la memoria podemos encontrar la procedencia política de Rubalcaba y la causa-efecto de su ascensión. Fue Ministro dos veces con Felipe González, primero de Educación, y más tarde, de la Presidencia (el Ministro más cercano al Presidente, con despacho en La Moncloa) y Portavoz en el funesto y último Gobierno de Felipe González, el de los GAL y la corrupción generalizada: un Ministro, dos subsecretarios de Interior encarcelados junto al Comandante Jefe de Inchaurrondo en aquella época. Saqueo de los Fondos Reservados, caso Filesa, Cruz Roja, BOE, Banco de España, caso Roldán, y otros…
Da la impresión, de que con este ascenso espectacular, Rubalcaba será, en lo que quede de legislatura, el que dirija y ordene la política a seguir por el Gobierno y el PSOE. O sea, el que manda. Zapatero, como he dicho en otros análisis, ya no es otra cosa que un cadáver político embalsamado.
Siguiendo con el análisis, todos los síntomas nos llevan al mismo pronóstico.
Valeriano Gómez Ministro de Trabajo. Sindicalista de UGT, nombrado administrador único para cerrar el escándalo de las PSV. Asistió el 29 de septiembre a la manifestación sindical en contra de la Reforma Laboral de Zapatero. Su misión como Ministro de trabajo es, precisamente, llevar a cabo la Reforma Laboral. ¿Una de las paradojas de Zapatero? ¿Concesión a UGT-CCOO? ¿Imposición de UGT-CCOO? Que cada cual aplique la respuesta que le parezca.
Jáuregui, Ministro de Presidencia. Enviado por Zapatero a la UE como euro diputado para quitárselo de encima. Fue vicelehendakari del Gobierno Vasco gobernando en coalición con el PNV en dos ocasiones durante varios años. Ahora nombrado como el ministro más cercano al Presidente. ¿Para apoyarlo? O… para controlarlo? A mí no me cabe duda. Para controlarlo.
Leire Pajín, Ministra de Sanidad y asuntos sociales. La típica patada hacia arriba. Sanidad y servicios sociales han sido, sin duda, los paganos del Plan de Austeridad de Zapatero. El desastre en este ministerio está asegurado. Una de las concesiones a Zapatero en sus capitulaciones.
Trinidad Jiménez, Ministra de Exteriores. Otra de las políticas desastrosas sin posibilidad de regeneración. Un “marrón” como el de Leire en lo político. Un premio para viajar por el mundo por su sacrificio en las primarias madrileñas. La segunda concesión a Zapatero en su última voluntad política.
Rosa Aguilar. Ministra de Medio Ambiente. Trasvasada desde Izquierda Unida, a cuyo hundimiento contribuyó, como tantos otros submarinos infiltrados. Cuota andaluza de Chaves, el más servicial ministro con Felipe González.
María Teresa Fernández de la Vega, Vicepresidenta primera del Gobierno. La mano derecha de Zapatero dedicada a tapar y disculpar los continuos errores y “meteduras de pata” de su jefe. Defenestrada. Le honra renunciar a su Acta de Diputada.
Por último, las señoritas Beatriz corredor y Bibiana Aído, señoras Ministras de Vivienda e Igualdad, respectivamente, las “niñas bonitas” de Zapatero. Suprimidas, y para que no se note mucho, nombradas Subsecretarias para que sigan chupando del bote” y sigan haciendo lo que hacían. Nada.
¿Hacia donde se encamina España con una política custodiada y orientada por partidos políticos minoritarios y separatistas, y, dirigida por una persona con un poder acumulado como nunca se había dado en la España democrática?
Esperemos que este nuevo rumbo no nos traslade en el tiempo a épocas pasadas.
Tiempo al tiempo y vivir para ver.
Virholmes
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