La sequía de los últimos meses ha hecho que el nivel de los ríos esté demasiado bajo para que los salmones puedan remontar los desniveles que encuentran de camino hacia las zonas de desove. La falta de agua y las elevadas temperaturas, los había obligado a permanecer en el fondo de los pozos, donde la temperatura es más baja a la espera de las lluvias del otoño. Aunque se hicieron esperar, la semana pasada llovió con fuerza en Asturias, y las cuencas de los ríos recogieron toda esa agua aumentando el nivel y la corriente en poco tiempo. Esa era la señal que estaban esperando los salmones para remontar el río.
Hembra de salmón
Durante los primeros días de crecida el agua bajaba con demasiada fuerza y muchos obstáculos eran imposibles de superar, pero fue suficiente con un par de días sin llover para que bajara un poco la corriente las condiciones fueran perfectas, así que hoy nos acercamos al Sella a probar suerte y lo cierto es que no nos equivocamos.
Macho de salmón
En la escala de Cañu la actividad era frenética durante el tiempo que estuvimos allí pudimos observar a varias decenas de salmones remontando los rápidos, aunque en muchas ocasiones lo intentaban por sitios imposibles y volvían a caer de nuevo al pozo. Además de salmones vimos varios reos que también superaban los saltos e incluso algunas truchas más pequeñas que lo intentaron sin demasiado éxito.
Si las lluvias son favorables y el nivel del río está lo suficientemente alto, los salmones seguirán subiendo aguas arriba hasta llegar a los frezaderos. Ya no falta mucho tiempo y a mediados de diciembre muchos machos ya estarán acotando las zonas más favorables a la espera de que las hembras maduren. Los peces que vimos hoy remontando las cascadas ya habían perdido el color plateado que aun conservaban a finales de verano, y la mayoría de los machos ya tenían las mandíbulas desarrolladas
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