
Solo ha sido un rato de 'cacharreo' entre menús y gadgets y, por lo que parece, un dedo irreprimible haciendo clics por aquí y por allá, cambiando colores, añadiendo molduras, guardabarros, llantas de aluminio, luces de xenon...
El tuning tiene su aquel y, como dicen sus adictos, mejor no empezar.
