He de empapar mi cuerpo desiertoen el roció salvaje,trinar a mediodíay volver muy entrada la noche.
Renacemos a diariocomos semillas errantes, como flores nuevas,consumiéndonos sobre la superficie.
Nada concluyesolo la agitación de mi mente,cerniendo tormentasde un pasado que no acabo de dejar.
* Pintor José Moreno