Revista Opinión
Emmanuel Kelly se presenta al concurso "THE X FACTOR 2011"
¿Uno de tantos jóvenes que aspiran a ser artistas famosos, admirados, ricos...? Un concurso de televisión, él quiere cantar... Pero sus sueños no proceden de la vida facilona y superficial a la que desgraciadamente nos hemos venido acostumbrando en los países que alguien llamó, muy equívocamente, "desarrollados". Sus sueños proceden de una resurrección, emergieron de un infierno, de una pesadilla, y son ahora una hermosa lección de humanidad, de esperanza, de coraje, impartida por este muchacho, por Emmanuel, y también por quienes han ayudado a que ahora él se levante de las cenizas del horror y agite con fuerza nuestra conciencia durmiente. He descubierto este vídeo a través de Twitter, procedente de una curiosa campaña promovida por @Miriam91ct, @1prosaenverso, @jaimedelcampo, y @martaloaz, que se declaran "felicistas".
La contundente realidad que uno descubre en estos minutos de imágenes explota como una bomba en el corazón de las emociones y contrasta violentamente con la habitual banalidad de la inmensa mayoría de los concursos televisivos. El ser humano es el atroz criminal que alimenta al monstruo de la guerra. Pero es también un milagro de supervivencia y renacimiento. Ante la valentía de Emmanuel, ante su hermosa sonrisa, no me queda espacio, al menos por esta vez, para el pesimismo.