Revista Coaching

Rendirse a dios

Por María Jesús

RENDIRSE A DIOS"Por lo tanto, la prueba espiritual inherente a  toda nuestra vida es el reto de descubrir que nos motiva a hacer las elecciones que hacemos, y si tenemos fe en el miedo o en lo Divino. Todos necesitamos hacernos estas preguntas, bien como tema de pensamiento espiritual o bien a consecuencia de una enfermedad física. Llega un momento en que todos nos preguntamos:¿Quién está al mando de mi vida? ¿Por qué las cosas no resultan como quiero?Por mucho éxito que tengamos, en algún momento tomamos conciencia de que  nos sentimos incompletos. Algún acontecimiento, relación o enfermedad que no entraba en nuestros planes nos hará ver que no basta el poder personal para superar una crisis.Estamos destinados a tomar conciencia de que nuestro poder personal es limitado. Estamos destinados a preguntarnos si en nuestra vida actúa alguna otra “fuerza” y a plantearnos las siguientes preguntas: ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué quieres de mí? ¿Qué debo hacer? ¿Cuál es mi finalidad?Adquirir conciencia de nuestras limitaciones nos dispone a considerar otras opciones que de otro modo no habríamos elegido. En los momentos en que nuestra vida nos parece más descontrolada podríamos abrirnos a una orientación que antes no habríamos acogido bien.Entonces es posible que nuestra vida avance en direcciones que no habíamos previsto. La mayoría acabamos diciendo “Jamás pensé que haría esto, o viviría aquí, pero aquí estoy, y todo marcha bien”.Podemos llegar a esa rendición utilizando la visión simbólica, a fin de considerar la vida solamente como un viaje espiritual. Todos hemos conocido a personas que se han recuperado de circunstancias terribles y han atribuido el hecho al haber dejado las cosas en manos de lo Divino. Y todas esas personas han compartido la experiencia de decir a Dios “No se haga mi voluntad sino la tuya” Si esa oración es la única que se necesita, ¿por qué le tenemos tanto miedo?Nos aterra la idea de que reconocer la voluntad divina, y por lo tanto, rendir nuestra voluntad a una voluntad superior, nos va a alejar de todo lo que nos proporciona agrado o comodidad física. Así pues nuestra voluntad se resiste a la orientación divina: la invitamos a entrar pero nos esforzamos por obstaculizarla constantemente. Una y otra vez veo en mis seminarios a personas que se enfrentan a ese dilema: desean orientación intuitiva, pero tienen miedo de lo que les dirá esa voz.Tengamos presente que nuestra vida física y nuestro camino espiritual son una misma cosa. Disfrutar de la vida física es un objetivo tan espiritual como  el de lograr un cuerpo físico sano. Ambas son una consecuencia de seguir la orientación divina al hacer elecciones sobre cómo vivir  y de actuar movidos por la fe y la confianza. Rendirse a la autoridad divina significa liberarse de las ilusiones físicas, no de las comodidades y placeres de la vida física” 
Carolyne Miss (Anatomía del Espíritu)

RENDIRSE A DIOS

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