Revista Coaching

Rendirse no es una opción

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Rendirse no es una opción

Cuando aquello que persigues, lo persigues desde la vocación, rendirse no es una opción. Cuando has llegado a este punto con total determinación, rendirse no es una opción. Cuando quieres convertir en trabajo tu pasión, rendirse no es una opción.

Limpia, llora, ventila si es necesario. Respira. Recomponte y prosigue tu ruta. Si tu senda está cortada, busca una alternativa, sal de los márgenes marcados. Porque a Roma llevan todos los caminos, los atajos y los desvíos... solamente cuando tienes claro que Roma es tu destino.

No creo en finales predestinados. Creo en la constancia. Creo en la resilencia. Creo en buscar la reafirmación aun cuando las circunstancias digan no.

Soy idealista, mas no soy iluso (o eso quiero creer). La lucha, el esfuerzo y la persistencia no garantizan los resultados. No seré yo quién te diga que si lo persigues con todo tu corazón, acabarás por lograrlo. Lo que si saldrá de mis labios es que, si lo haces porque crees en ello, probablemente disfrutarás tanto del camino que habrá un momento en que el resultado sea lo de menos.

Deleitarse con el paisaje durante la subida al Everest, ver el mundo desde los 8000 metros, debe ser espectacular. Y supongo que llegar a la cumbre el no va más... pero si no lo consigues, que te quiten lo bailao.

Esa es mi filosofía: Elige tu destino y disfruta de la escalada.

¿Cuál es tu Everest laboral? Te digo que desde ya lo más difícil es elegirlo bien, buscar la cumbre que se adapte a tus competencias. Y una vez la tengas, no pretendas llegar a ella con el chándal de los domingos y sin bajarte del sillón. De tu preparación dependerá un gran porcentaje de tus posibilidades de éxito. Consigue el material adecuado, entrénate, y, muy importante, rodéate de personas con tus mismas aspiraciones.

Cuando estés preparado, no tiene perdida, el camino es todo hacía arriba. Habrá falsos llanos que te llenen de optimismo y pendientes tan empinadas que te lleven a cuestionar tu misión. En ese momento recuerda, rendirse no es una opción.

Los tropiezos, las caídas, los rasguños, las heridas, la gente que te juzga y dice "no", y hasta el tiempo podrán intentar detenerte. Forma parte de este juego. Pero recuerda, tú tienes la última palabra. Rendirse no es una opción.

Y no, no se trata de llegar sólo porque sí, porque se te ha puesto entre ceja y ceja. No confundas vocación con obcecación. Renunciar si es opción, pero desde la plena consciencia, desde la evolución de tu propia percepción, desde la existencia de una alternativa que te llene al menos tanto como la que estabas buscando.

Sí, está por otro lado la pirámide de Maslow, y el tema de que la supervivencia es lo primero. Tampoco soy un iluso en eso. Pero, si te lo propones, siempre hay tiempo de hacer hueco para aquello que te apasiona y que quieres convertir en tu profesión.

En esta batalla si quieres armarte, ármate sobre todo de paciencia

No puede haber prisa y sí puede haber pausa, cuando tienes siempre en mente la meta y apuestas al largo plazo. Puedes dar pequeños pasos, puedes dar grandes pasos, o puedes incluso dar un paso atrás para tomar carrerilla, lo importante es tener la sensación de avanzar cuando se llega al final del día.

Si tienes claro tus sueños, rendirse no es una opción. No me cansaré de repetirte... no me cansaré de repetirme... que el único espacio para una rendición definitiva sólo puede permitirse con el último aliento en la vida.

Y a estas alturas de post, los que me conocéis, me preguntaréis... ¿Pero a qué viene esta (auto) arenga tan encendida? Pues nada, amig@s, que me he propuesto que me publiquen una novela... Seguiremos informando.

Fuente: https://escuelapararicos.net/rendirse-no-una-opcion/


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