Los peores augurios para el futuro del Ferrocarril Directo Madrid-Burgos vuelven a surgir con fuerza. Al accidente sufrido por el Talgo que realizaba el servicio Madrid-Burgos en febrero de 2010, y que fue tristemente sustituido por un mini-bús, y al posterior desprendimiento ocurrido en el interior del túnel de Somosierra en marzo del pasado año, ahora hay que sumar la supresión definitiva del Talgo-Bus que sustituía al Talgo desde hace ya dos años.
Es curioso ver como el movimiento realizado por Renfe coincide con la puesta en marcha de dos nuevos trenes Alvia entre Vitoria y Madrid, los cuales amplían el servicio que se inició en septiembre del pasado año, y que es conocido como "tren de los negocios". Este movimiento realizado por la operadora vuelve a dejar a las claras su apuesta por llevar los trenes por Valladolid y aprovechar la línea de alta velocidad que une dicha ciudad con Madrid, olvidándose de una línea que podría descongestionar el Ferrocarril Madrid-Irún, tanto de servicios de viajeros como de mercancías.
Por tanto, estamos ante los peores días para el futuro del Directo Madrid-Burgos, una línea que tiene el honor de ser la última de ancho ibérico inaugurada en España (1968), y que con una pequeña inversión podría ser toda una alternativa al transporte de mercancías, servicios de viajeros para unir Madrid y Burgos con poblaciones como Lerma, Aranda de Duero o las situadas en la sierra madrileña, y/o trenes turísticos.
Esperemos que las buenas palabras que han llegado de diversas instituciones, como el Puerto de Bilbao, las Cámaras de Comercio de Bilbao y Burgos o del propio Alcalde de Burgos, no se queden sólo en eso, buenas palabras, y se traduzcan en acciones para que no veamos desaparecer las traviesas y raíles de un ferrocarril que puede dar mucho más de sí.
Enlace: Diario de Burgos