Renjishi (連獅子) La danza de los leones

La danza de los leones o “Renjishi” es una clásica obra de teatro Kabuki, y quizás una de las más conocidas tanto dentro como fuera de Japón. Es una obra basada en historias de unas bestias mitológicas conocidas como “Shishi”. Son leones guardianes que provienen de las antiguas creencias chinas, cuyas creencias fueron pasadas tanto a Japón como a muchos otros países de Asia. Los leones guardianes son seres rudos, pero a la vez nobles y majestuosos. Se cree que cuidan los templos y ahuyentan a los malos espíritus. También son las bestias mitológicas predilectas de la deidad budista "Monju". Tranquilamente podríamos asociarlos con los Komainu de Japón, o los Perros Fu de China. Este tipo de bestias son los “Shishi”, y en el Kabuki  se los representa con hermosas danzas y enérgicos movimientos, a la vez mostrando una profunda e interesante historia de paternidad que les explicaré a continuación.

Shishi - Flickr photo credit: James Nash

La obra se divide en cuatro partes. Por lo general, en la primera parte salen dos actores que representan a los Shishi y comienzan a interpretar la primera danza. Uno de ellos representa al león padre, y el otro interpreta al cachorro. Es fácil distinguir quién es quién, ya que usualmente el que hace de cachorro lleva una tela de color roja, mientras que el león padre utiliza los colores blancos. Están vestidos con ropas tradicionales (hakama y kimono), y al a vez llevan una máscara de Shishi en sus manos. Estas máscaras representan a las bestias, y cuando las mueven se escucha el sonido de un cascabel que tienen dentro. En esta primera parte de la obra, el Shishi padre está preocupado por su hijo. Quiere saber si el cachorro es digno de heredar su lugar cuando sea adulto, y si tiene la fuerza y la valentía que tanto los caracteriza. Mientras bailan tenemos que imaginar que emprenden un viaje hacia la cima de un monte llamado Seiryozan, a la vez viendo como el león padre va poniendo a prueba a su hijo para ver que tan fuerte es en la vida.

En la segunda parte las danzas toman más ritmo, los Shishi empiezan a sincronizar sus movimientos y llega el turno de la demostración del Shishi padre; Aquí ya podemos ver una danza más lenta y extensa, mientras que el joven cachorro espera nuevamente su turno para salir en escena. Uno de los momentos más bellos de esta segunda parte de la obra es cuando las bestias se toman un momento para despreocuparse yjugar con unas mariposas que aparecen repentinamente en el aire. Estas mariposas son manejadas con varas largas y flexibles, por los ayudantes que están detrás de los actores.

En la tercera parte los Shishi se retiran de escena y comienza un poco de interpretación musical. Nuevamente se abre el telón y salen otros dos nuevos actores. Estos interpretan a dos monjes budistas de distintas sectas, que se encuentran y emprenden una peregrinación. Aquí comienza la obra “hablada”. Los monjes empiezan un debate religioso y se critican sus creencias el uno al otro. En estos momentos no solo podemos disfrutar de las danzas y las actuaciones, sino también de algunos momentos de humor por parte de estos simpáticos monjes.

A final de la tercera parte, los monjes se dan cuenta de que las bestias se están aproximando a donde están ellos. Muy asustados se olvidan de sus diferencias religiosas y escapan juntos rápidamente para no cruzarse a los feroces Shishi. Y a partir de la huida de los monjes comienza la cuarta y última parte de la obra. Los ayudantes del teatro ubican dos plataformas en el centro del escenario, y en estas ponen cuatro arboles de flores de peonia. Se dice que estas flores calman la rudeza de las bestias.

"Renjishi" por Kawanabe Kyōsai. Vía Wikimedia Commons

Nuevamente los telones se abren y los músicos crean una atmósfera majestuosa con la música típica del teatro Kabuki. Poco a poco se puede ver al Shishi padre entrando por el Hanamichi (Plataforma angosta por donde ingresan los actores). Pero ahora es distinto, está en su forma plena; tiene una larga melena blanca y ropas muy elegantes, un impecable maquillaje blanco y una mirada sólida. "El shishi padre está escalando la montaña". Una vez llegado al centro del escenario (la cima), ya podemos ver a otro Shishi ingresando por el Hanamichi. ¡Es el cachorro! También está en su forma plena; ahora tiene una gran melena como su padre y es de color roja, y también lleva puestas unas ropas esplendorosas.

Nakamura Shichinosuke II interpretando al Shishi cachorro - By Official White House Photo by Pete Souza. Vía Wikimedia Commons

Mientras el cachorro camina por el Hanamichi, su padre hace un movimiento brusco en el medio del escenario. Aquí tenemos que imaginar que el cachorro tropieza y cae hacia el vació (el hanamichi). ¡Esta es su oportunidad para demostrar que se volvió fuerte! Aquí el cachorro empieza a retroceder nuevamente – se está cayendo – y regresa poco a poco al lugar de donde salió. Al instante podemos ver nuevamente que el cachorro se está asomando. ¡Ha resistido la caída! Y vuelve lentamente por el Hanamichi para llegar a donde está su padre. Está escalando nuevamente y sin rendirse. Finalmente llega, y su padre orgulloso de saber que su hijo realmente tiene valor, comienza a celebrarlo realizando el clásico "Keburi": una danza en la cual rebolea su melena de a un lado al otro. El cachorro también lo hace. Ambos lo hacen mientras bailan entre las peonias y el sonido de los Tsuzumi con el Shamisen de fondo. Este es el momento de éxtasis de la obra.

Finalmente la danza acaba, y ambos terminan en una postura que denota poder, mostrando su rudeza y además la felicidad de saber que el Shishi cachorro ya no es un cachorro, si no que ahora es una bestia tan fuerte como su padre. 

Esta es la clásica danza de los leones en el teatro Kabuki. Un deleite para los que nos gusta el teatro tradicional japonés. Ahora ya sabes todo lo que pasa en obra, ¡así que a disfrutarla como un japonés!

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