Hace poco más de un siglo, a la pequeña población de Rennes Le Chateau llegó un joven sacerdote para hacerse cargo de la modesta iglesia que tenían. Según las crónicas, mientras hacía unas obras para unas reformas, los obreros encontraron unos documentos. No se sabe, al menos a ciencia cierta, qué es lo que contenían, pero poco después comenzó a gastar ingentes cantidades de dinero. Por no saberse, ni siquiera se sabe a ciencia cierta de dónde sacó el dinero, aunque se sospecha que pudiese ser proveniente del Vaticano para hacerle callar por lo que pudiesen decir esos documentos. Veamos cuál es su historia.