Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 2 Corintios 4:16
A cuántos de nosotros nos ha pasado que al ir conduciendo de noche notamos que algo le esta pasando al carro, una falla, algo que parece ser suena mal, un ruidito, chic chic chic…pero como vamos conduciendo de noche, preferimos dejarlo pasar y arreglarlo cuando tengamos tiempo.
Al siguiente día, nos subimos al auto y al ir condiciendo tranquilamente, después de un rato volvemos a notar eso que le suena mal pero como vamos distraídos por la calle viendo lo que esta alrededor, se nos olvida, y pasamos por alto ese detalle. Días después ya no es lo mismo, esta vez vamos conduciendo y resulta que los cambios no le entran bien, antes podíamos llegar hasta tercera, ahora ni siquiera damos la segunda, jejeje.
Días mas tarde, se le va acabando la gasolina pero no tenemos tiempo de ponerle mas porque si nos desviamos se nos hace tarde para llegar al trabajo. Decidimos posponer eso, y para cuando nos damos cuenta, muchas de las cosas que empezaron como pequeñas fallas en el carro se van convirtiendo en otras cosas mayores, al rato vamos nomás con los intermitentes en la noche… en precaución, pensando, ojalá no se me vaya a quedar el carro aquí, que no se mate…
Nuestra vida es como un auto, tiene tantas áreas que tienen que ser examinadas constantemente para un mejor rendimiento. Cuando vivimos nuestra vida, o cuando vamos conduciendo nuestro auto, a veces descuidamos la lectura de la palabra de Dios. No estamos permitiendo que la palabra de Dios entre en nosotros, estamos cortando ese lazo de comunicación, no escuchamos la voz de Jesucristo que nos habla mediante su escritura. Entramos en oscuridad al no conocer su Palabra y vamos perdiendo contacto con Él.
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105
Cuando dejamos que la luz de su palabra ilumine el camino por donde vamos conduciendo, podemos evitar que el carro choque, que nuestra vida se estrelle. Su palabra nos guía, nos ilumina para que no tengamos que manejar de noche.
La palabra del Señor nos permite prever un accidente en el camino. ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confié en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. Isaías 50:10
Muchas veces cuando estamos faltos y sabemos que hemos cometido algo que nos aparta de la voluntad de Dios, nos sentimos mal y que no somos dignos de acercarnos a su presencia. Sentimos que nos falta su luz y que estamos entrando en un espacio oscuro. Pensamos que nuestra oración no va a pasar ni el techo.
Pero Dios quiere que confíes en Él y que aun estando en esa condición te acerques a su luz para recibir su perdón. Nuestro pecado es lo que nos aparta de Él, pero no te aparta de su amor. Para recibir de su gracia necesitamos reconocer que algo esta fallando, que ese chic chic chic de tu carro realmente se puede convertir en algo mayor mas adelante.
Solo Jesucristo puede restaurarnos; por nosotros mismos no podemos cambiar. Tu motor no sigue bien amenos que tenga aceite. Tu vida no sigue bien amenos que tenga el perdón, la restauración y la fortaleza que Dios da día con día. Renueva tus votos día con día!. y renovaos en el espíritu de vuestra mente, Efesios 4:23. Las caídas espirituales no pasan de repente. Son el resultado de un proceso de declive. Si dejamos pasar las cosas para otro día y no permitimos que el Señor trate con nuestra vida en esa área donde más necesitamos de su fortaleza, entonces empezamos ese proceso de declive.
La confianza que depositamos en el Señor nos acerca a Él. Al tenerle confianza podemos acercarnos a su luz y a su presencia para buscar su gracia y su perdón. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Al renovar esos votos Él nos restaura, Él afina el carro. El Señor primeramente quiere que reconozcamos que algo esta pasando, que nos demos cuenta, que no pasemos por alto ese detalle. Que nos demos cuenta que el carro no puede seguir sin gasolina, y que sin gasolina no podemos llegar al trabajo. Que nos demos cuenta que nuestra vida necesita la comunión con Dios y su Espíritu Santo, y que no vamos a hacer nada si estamos separados de El. …Porque separados de mí, nada podéis hacer. Juan 15:5
Una vez que reconocemos, quiere que nos humillemos delante de Él para recibir su gracia y su perdón. Hasta no haber reconocido el problema, y no habernos humillado, Dios no sana nuestra tierra. Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonare sus pecados, y sanare su tierra. 2 Crónicas 7:14
Es ahí cuando sucede un cambio, cuando ese declive por el que vamos se vuelve en un camino firme y el Señor nos restaura en su gracia nuevamente.
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