Si, ya pasamos la mitad de año!. Parece mentira pero julio se nos fue de las manos.
Si parece ayer cuando, como soñadores en cada comienzo de ciclo, planificábamos todo y con detalles, nos poníamos desafíos nuevos, organizábamos los 12 meses, nos proponíamos todo aquello que de alguna u otra forma, queríamos que forme parte de nuestras vidas…
¿Pero qué pasó con toda la emoción del comienzo?, ¿adonde quedaron los planes y el entusiasmo?. Veamos un poco…
Cansancio de mitad de año
¿Ya estás cansado/a?. No te preocupes que es normal, somos especialistas en dejarnos llevar por los días, que pasan veloces y nos consumen, y te cuento que todavía faltan los meses más agobiantes (Oh no!).
Si pudiste tomar unos días en las vacaciones de invierno, tal vez tus energías se hayan recargado, pero si aún no asomaste la cabeza en el tren al que te subiste en marzo, la rutina empieza a pesar. Y se nota. Se nota en las iniciativas, en nuestro cuerpo, en nuestros pensamientos, en nuestra tolerancia, en las ganas con las que llevamos adelante los compromisos, se nota en nuestro trabajo. Aunque todavía quedan 5 meses, parece que nuestro gráfico de rendimientos empieza a producir altibajos, difíciles de controlar, y que se va preparando de a poco para bajar, más que para subir. Take it easy! No desesperemos, sólo hay que prepararse: bien despiertos y conscientes.
Qué pasó con los planes?
Estoy segura que te propusiste muchos cambios y objetivos para este año, consciente o inconscientemente. Algunos planes nos superaron y están en nuestras cabezas en la categoría “pendiente” demostrándonos que somos un poco idealistas a principio de año, o lo que es peor, haciéndonos sentir disgustados con nosotros mismos por no habernos organizado aún para llevarlos a cabo. Otros, aunque no explícitamente blanqueados, los hemos pasado automáticamente a la “carpeta nueva” del 2018 (si, somos geniales para acumular obligaciones, responsabilidades y sueños en el largo plazo), otros los estamos llevando a cabo, por eso tenemos que intentar no culparnos, ya que necesitamos nuestras energías activas para poner lo mejor de nosotros en las actividades que sí pudimos emprender o continuar haciendo, y la mente en todas las otras de las que no podemos escapar, y además…todavía quedan cartas por jugar!!.
Lejos de sentirnos mal, tenemos que volver a focalizarnos: hacer foco (como un fotógrafo con su cámara) en lo que podríamos lograr si direccionamos nuestras energías a los lugares adecuados, con organización, poniendo nuestras circunstancias y el tiempo real disponible sobre la mesa, o sea nuestra realidad.
Todavía estás a tiempo
Dale, ¿qué estás esperando para arrancar de una vez?, tomá de una vez lo que te pertenece. Este es el momento.
TIPS
1) Llevá a cabo un plan sencillo para organizarte, tomá la decisión y da los primeros pasos (SIIII, AHORA).
2) Planificá cada semana con un simple organigrama o mapa mental (ref: artículo 10 técnicas para generar ideas). Esto te va a ayudar para cumplir con las obligaciones (que muchas veces nos funcionan como buenas excusas para no hacer lo que realmente queremos) y con el resto de las actividades.
3) Es hora de abandonar los hábitos que ya no te resultan funcionales a la vida que realmente querés (¿seguís fumando cuando en realidad te gustaría cantar?, ¿seguís diciendo NO a lo que querés y SI a lo que no?, ¿perdés horas en internet haciendo nada, pero seguís pensando que el tiempo no te alcanza? etc, etc ).
Adelante con todo. Sentirte motivado depende de vos y del esfuerzo que hagas, y la motivación es un poder que podemos controlar, sobretodo si somos creativos y ponemos la energía ahí, donde nosotros sabemos que se va a multiplicar…
Con todo este 2017.
Saludos y buena semana! Nati