Omar Saget es un nigeriano de unos 35 años que llegó a España hace una década atraído por aquellas manifestaciones Zapatero que exigían “Papeles para todos”, y que desde entonces vive de las ayudas de la Cruz Roja, de unas iglesias, y de hacer como que vende “La Farola” a la puerta de un hipermercado.
Saluda amablemente, buenos días, buenas tardes y se mantiene así pese a saber que obtendría mejores ingresos ofreciéndose a los clientes para llevar sus carritos y recoger el euro o medio euro que liberan al devolverlos: mendiga con el periódico envuelto en plástico transparente, amarillo de viejo, que nadie compra.
Como él hay en España muchos millares de inmigrantes a la entrada de los hiper y vendiendo imitaciones ilegales como manteros.
Unos pocos van ya envejeciendo y se les acerca la edad de jubilación: ¿quién los sostendrá enfermos y ancianos?
Omar desea que Podemos gane las elecciones y que cumpla su promesa de abrir las fronteras y entregar una renta básica universal a los necesitados de 7.500 euros anuales por persona, más 2.250 por cada niño.
Está esperanzado y piensa traer de Nigeria a una mujer, o dos, es musulmán; cree que ellas podrían cobrar también y él viviría como un rey.
Omar le pregunta a su interlocutor español si en caso de perder Podemos podría ganar el PSOE. También está esperanzado, aunque menos, con su promesa de ayudar con 426 euros mensuales de renta vital a familias en el umbral de la pobreza.
“Seguro que los socialistas nos darán a los inmigrantes esas ayudas, porque somos los más pobres de todos. Además, prometen devolvernos la mejor asistencia médica y no van a abandonarnos ahora. Saben que somos seres humanos, como los españoles”.
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SALAS