Tras la relajación inicial, céntrate en la respiración, en la entrada y salida del aire… Traza un círculo imaginario con tu mente entre la nariz y los pulmones, y ve siguiendo ese círculo al ritmo de la respiración, hasta que notes que tu mente está totalmente relajada…
Siente tu corazón, nota su movimiento continuo y armónico… Pon tu atención en el centro del pecho, siente ahí tu centro de Energía Vital, está conectado con la respiración y alimentado por la Energía que nos rodea, ya sea de la Tierra, ya del Universo.
Vamos a sentir esa energía de forma consciente. Sin perder la conexión con ese punto de Energía Vital, dirige tu atención a la columna, notarás que se amplifica dicha energía… Bien… Ahora pon tu atención en el coxis, en la base de la columna, siente como si desde ahí te enraizases en la tierra y absorbieses la energía que necesitas, igual que alimenta árboles y plantas,te nutre a ti. La Tierra te entrega su energía con Amor y te cargas de ella de forma consciente y agradecida. Visualiza esa fuerza que entra a través de la base de tu columna, imagínala de color rojo…; poco a poco ve ascendiendo la atención por tu columna y ve cambiando el color de rojo a naranja, estás en la zona lumbar. Permite que la luz naranja vaya hacia tu vientre y lo inunde energía; lo acaricia, lo relaja, lo sana…
Vuelve la atención a la columna y sigue ascendiendo…, cuando llegues a la zona del ombligo la luz será ya amarilla, de la columna pasa hacia tu estómago y siente como lo va cubriendo… La luz se extiende hacia el hígado, el páncreas…, permite que toda la zona se cubra de color amarillo; siente como te acaricia la luz.Regresa nuevamente tu atención a la columna y sigue ascendiendo hasta la zona del corazón. Ahora el color es verde, sientes cómo inunda tu pecho, sientes que lo llena y reconforta. Tu centro de energía vital crece. Disfruta las sensaciones.
Sitúa ahora la atención en la parte superior de la cabeza, nota una potente luz blanca que te inunda, te ilumina… Poco a poco va bajando y se convierte en color violeta, tal vez índigo; centra tu atención en el centro de la frente y deja que dicha luz inunde tu cabeza. Cuando lo desees ve bajando la atención hasta la garganta… La luz se va aclarando y se convierte en un azul más suave; deja que recorra la zona, siente como te acaricia.
Por último sigue bajando la luz hasta el centro del pecho, tu centro de Energía Vital, la luz es verde. Siente como se inunda tu pecho de fortaleza, regado por la Energía Universal y la Energía de la Tierra. El sentimiento de Amor, de Plenitud te inunda, te desborda, sientes que es tan grande que incluso emites parte de esa energía, de esa luz y te cubres de un aura brillante.Disfruta de esta sensación tanto tiempo como desees, siente la fortaleza, seguridad y bienestar que te transmite. Cuando quieras regresar, toma una respiración profunda, notando que toda la energía que has captado se integra en cada una de tus células. Una nueva respiración profunda. Cuando estés preparado o preparada abre tus ojos. Un abrazo a todos! Lucía R. Alonso