Que pasa cuando estás harto de tu rutina diaria incluida tu trabajo?
Yo solía trabajar como gerente general de una empresa de más menos 64 empleados, mi ascenso fue rápido y en menos de 3 años ya estaba en esta posición, todos me decían que como es posible renunciar a un buen sueldo, prestaciones y ese puesto, sin embargo nadie se pone a pensar en lo que yo vivía todos los días.
En ocasiones anteponemos la “necesidad” a nuestra comodidad y a lo que realmente nos apasiona hacer, tal vez yo me di cuenta un poco tarde pero antes de convertirme en el típico gerente amargado, que únicamente va a la empresa a robar tiempo, espacio, luz (por estar ocupando la computadora sin hacer algo de provecho) o que empieza a tratar a todo mundo mal, bajar su desempeño, fue entonces cuando dije no más!.
Considero que hay muchas personas que están en la misma situación que yo, no obstante no hacen nada para cambiarlo porque el tener un sueldo fijo nos hace estar en una aparente zona de confort.
Pero como es que me di cuenta que no estaba cómoda y mi actual puesto de ensueño¿?
Todo empezó cuando ingrese a esta empresa, ingresé ganando apenas la quinta parte de la que termine ganando cuando renuncié, entré con toda la actitud con la que entran los recién egresados! ustedes me entenderán, el dueño del negocio llegó me entrevistó y en menos de dos semanas ya tenía un nuevo “puesto”. Claro! todo mundo decía que por algún interés personal había ascendido taaaan rápido y yo nunca lo quise creer o al menos me cerraba de ojos, me quise centrar en mi trabajo y en demostrar que era por mis capacidades y aptitudes por las que me iba a mantener ahí, y así fué; trabaje muy duró para seguir en donde estaba y para llegar a donde llegué aunque el dueño creo que nunca se dió cuenta y los ascensos que tenía eran únicamente por su interés hacia mi.
Y claro llegó el momento en el que dije que todo había sido gracias a él hasta que un día yo sola me puse a pensar en todos mis logros y todo mi trabajo pero ya no podía más porque por más alto que subía más comprometida me sentía con el “dueño” de acompañarlo, de comer con él, de platicar con él, hasta el punto en que me dí cuenta que mi matrimonio también se estaba viendo afectado y todo toda mi persona.
Es aún muy triste encontrar empresas donde la figura de una mujer aun se perciba unicamente por su apariencia y no por sus capacidades.
Como superar este episodio en mi vida?