Todos los periodistas que trabajamos en la red y que la utilizamos como fuente de información corremos el mismo riesgo. El ruido y la dificultad para contrastar las noticias hacen que a veces se den como ciertas informaciones erróneas, con los perjuicios que esto conlleva.
Es lo que ha ocurrido con la historia de Antonio José, un indignado al que tomaron por un infiltrado de la policía en las manifestaciones del 15-M de Valencia y cuya imagen se difundió a través de varios vídeos que corrieron como la pólvora por la red.
Nacho Escolar, uno de los muchos que cayó en la confusión, lo cuenta en su blog tras entrevistarlo y contrastar su versión. Le ha pedido disculpas por el error en privado y de manera pública, cosa que le honra. Y como él dice, la mejor manera de reparar el daño producido a Antonio José es difundir su verdadera historia para que se restablezca la verdad cuanto antes mejor.
Aunque yo no publiqué ninguno de esos vídeos, más por casualidad que por otra cosa, creo que es labor de todos quienes utilizamos la red como fuente de información reponer cuanto antes el honor maltrecho de Antonio José, porque es de justicia. Así que aquí os dejo el comienzo de su historia:
“Se llama Antonio José Mateu Herrero y ni trabaja para la Policía ni se coló en la manifestación para intentar radicalizarla ni tiene nada que esconder. “Tengo 53 años. Mi estética no es la mayoritaria en la plaza, pero soy un indignado más”, me explica Antonio. Estos últimos días no han sido agradables para él. Se ha hecho tremendamente impopular en Internet: es la persona rapada y con una camiseta roja que aparece en estos vídeos de las protestas de Valencia y que muchos –yo incluido– pensamos por su comportamiento que podía ser un policía de paisano. Antonio se ha puesto en contacto conmigo para explicarme su versión, que he comprobado como veraz. Esta es su historia.
Antonio ha participado en la mayor parte de las protestas del 15-M desde el primer día. “No soy ni militante ni simpatizante de ningún partido político. No me considero ni de izquierdas ni de derechas. Sólo he votado una vez en mi vida”. Incluso se ha llevado algún porrazo, que le dejó un rotundo moratón.
“Un policía infiltrado no se viene con estas pintas que llevo yo. Un cincuentón con la banderita de España. Pego más para infiltrado en España 2000”, bromea Antonio, que explica que la camiseta se la compró porque le gustaba el diseño. “El verano pasado, con el mundial de fútbol, había muchas banderas de España por todos los sitios”.”
El resto en “No era un infiltrado, era un indignado”.