Entre canciones desde este Gramófono que pretende atrapar sonidos para despertar sensaciones, emociones, recuerdos o ese momento corto pero intenso en el que encontramos la paz, la serenidad que nos ofrece una canción o una música determinada.
Muchas veces miro a mi alrededor en un tren, un avión o cuando camino por la calle y veo a la gente con sus auriculares puestos, seguramente escuchando aquellas canciones que forman parte de su vida, que son un pedazo de nosotros mismos y nos sirven para amenizar o hacer más llevadera la espera o incluso para infundirnos ánimos o coraje ante una situación difícil de afrontar. Y es que como hemos comentados en diferentes entradas de este blog, la música forma parte de nosotros y a veces parece que algunas canciones forman parte de nuestras pequeñas posesiones, porque las hacemos como nuestras, ya que forman parte de nuestra vida y de nuestras vivencias personales.
Lo mismo pasa con nuestro blog, día a día va acumulando más páginas o entradas desde que naciera allá por el 2013. El Gramófono, un blog hecho por un aficionad, con la única pretensión de compartir mis propios gustos musicales a través de entradas en las que la música y algunas reflexiones basadas en mis vivencias personales intento plasmar con mayor o menor fortuna. Mirando hacia atrás y buscando entre los primeros post que escribí me doy cuenta que aunque nuestros gustos musicales varían poco, lo que si es cierto, es que en cada momento de nuestra vida y según las circunstancias que nos rodean podemos incidir más en algunos estilos o tipos de música en particular, dependiendo de diferentes factores como nuestro estado anímico, estabilidad emocional y otras circunstancias que forjan nuestra personalidad en diferentes etapas.
Escuchando uno de los primeros podcast del Gramófono he vuelto a rescatar algunas canciones que aunque siguen en mi memoria, hacia tiempo no escuchaba y que no elegí al azahar porque me siguen pareciendo, a día de hoy, buenos temas interpretados por grandes músicos. Uno de ellos es un cantante, no demasiado conocido, llamado Andy Burrows inció su carrera en solitario en 2009 antes había pertenecido a la banda Razorlight. Una de las canciones que más me gusta de este músico es la llamada Hometown de su disco lanzado en 2012 Company.
Andy Burrows, Hometown
En este podcast también sonaba un gigante del soul que siempre estará presente y que forma parte de la historia de la música, Marvin Gaye. Siempre me gusta indagar un poco en la biografía de los músicos y la de Gaye es una vida tormentosa y difícil, con turbulentas relaciones sentimentales, problemas con las drogas, y la justicia. Su muerte sería trágica, moriría por dos tiros asestados por su propio padre durante una discusión. Pero a parte de estos detalles nos centramos en su calidad musical con la famosa canción Let’s get it on, grabada a principios de los 70 sería la primera incursión del artista en el género funk.
¿Os imaginaís un cantante county noruego? Pues en nuestro podcast de enero de 2013 sonó Kurt Nilsen un joven noruego, que fue ganador de un concurso de talentos musicales de la televisión de este país. Pero me llamó la atención en su día el extraordinario estilo y la voz de este cantante de las frías tierras del norte, que si no me lo dicen juraría que es del propio Nashville.
Kurt Nilsen
Pasando páginas del Gramófono me ecuentro con una entrada dedicada al gran Hanks Williams, icono de la música country Con una hermosa pero triste canción que en su día pasaría desapercibida I’m so lonesome I could cry. La de Williams sería otra vida plagada de desdichas y fracasos marcada por el alcohol y los fracasos sentimentales, pero aunque su fallecimiento fue prematuro con tan solo 29 años, es una de las figuras más importantes para la música country.
Escuchando el podcast mientras releo el gramófono suena el gran Buddy Holly con una canción que el versionaría y la cual me gustó siempre mucho en su incofundible voz, Love is strange, aunque este tema se conociera por la popular version que harían en su día Mickey&Silvia. Me gusta la voz y la instrumentación del Buddy Holly en la versión que grabaría en 1969.
Suena el teléfono y cierro este libro virtual que por su grosor ya encierra entre sus páginas algunos recuerdos. Volveré, espero que con nuevas entradas y no con estos revival que suelen traer aromas de retiradas y falta de nuevas ideas. Aunque de vez en cuando no viene mal revisar las antiguas páginas de nuestro libro.