Sabiendo que el cine estrenado en salas de cine, plataformas y festivales a lo largo de todo el año es inabarcable, planteamos una lista de los 9 títulos que más nos han gustado entre aquellos a los que hemos tenido acceso durante 2022, buscando la diversidad tanto geográfica como de estilos.
Estas son nuestras recomendaciones, por orden alfabético ante la dificultad de priorizarlos de una manera medianamente objetiva:Cadejo blanco (Justin Lerner, Guatemala)Un título vibrante, a medio camino entre el cine social y el thriller, sobre la introducción de una joven en el mundo de las maras latinoamericanas. El director, norteamericano pero formado parcialmente en España, nos hace testigos de la escalofriante actividad de la banda desde un estilo franco que procura evitar el sensacionalismo y el espectáculo, aunque naturalmente con honradez y sin pretender quitar hierro a los hechos.
The innocents (Eskil Vogt, Noruega)Esta pequeña y perturbadora joya sobre niños con poderes paranormales se alinea con otros títulos del cine fantástico escandinavo de este siglo, como Déjame entrar, Thelma o Border. Como ellos, gustará a los aficionados amantes de películas que van más allá de los clichés más manidos del género y que tienen un tono más tranquilo que los productos más comerciales. Guionista de Joachim Trier (el director de Thelma, entre otras) y de otros cineastas noruegos, Eskil Vogt había debutado en la dirección en 2014 con Blind, una vuelta de tuerca al tópico de la joven ciega como víctima en el cine de terror, donde ya desarrollaba una atmósfera particular, pero no tan lograda como la de The innocents.La ley de Teheran (Saeed Roustayi, Irán)A juicio del que escribe, esta es la mejor película de 2022, por el tono vibrante y de acción que consigue a pesar de la carestía de medios técnicos, y de la férrea censura del régimen iraní, que dificulta abordar un tema como la delincuencia organizada y el tráfico de drogas en el país. 
Naturalmente la crítica social es velada y se plantea desde un lado más humanista que político, pero no deja de mostrarse de manera bastante cruda la lucha de un grupo de policías por desarticular una red de narcotráfico con poco apoyo de las autoridades y bajo un marco legal tan férreo como ineficaz. Un título perfecto para que el cine iraní salga de su ghetto habitual.Men (Alex Garland, Reino Unido)Alex Garland había llamado poderosamente la atención en 2015 con Ex machina, un título de ciencia-ficción minimalista y claustrofóbico. Este año ha vuelto a firmar uno de las obras más destacadas de la temporada, en la que aborda un relato ambiguo y con muchas lecturas, tanto psicológicas como sociológicas, sobre una mujer traumatizada por el final trágico de la relación disfuncional de la que acaba de salir y que se ve amenazada por los diferentes hombres con los que se va encontrando.
El cuidado crescendo con el que la historia se mueve desde la cotidianeidad hasta una traca final delirante y llena de fantasía y efectos especiales es ejemplar y consolida el nombre de su director entre los cineastas más inquietos del cine fantástico actual.El menú (Mark Mylod, USA)Un cuidado ejercicio de estilo en el que un grupo de snobs amantes de la alta cocina se ven atrapados en una lujosa cena de gala cuya atmósfera se va enrareciendo paulatinamente hasta adentrarse en el género de terror.
Los ecos de Kafka y de El ángel exterminador, la obra maestra de Luis Buñuel, además de una crítica al endiosamiento de la figura de ciertos chefs llevada a cabo desde los medios de comunicación, dan su toque de distinción a un guion con un tono mucho más comercial y de género que el de estos referentes. El peculiar rostro de Anya Taylor-Joy, que ya había llamado la atención el pasado año con Última noche en el Soho, es otro de los puntos fuertes de la película.Un nuevo mundo (Stéphane Brizé, Francia)Aunque no tan famoso ni tan premiado como Ken Loach o los hermanos Dardenne, Stéphane Brizé es otro de los reyes del cine social europeo. A diferencia del de sus compañeros, en lugar de centrarse en las clases más desfavorecidas, su cine analiza la deshumanización del mundo de la empresa y los conflictos personales y morales de los ejecutivos que se encuentran en posiciones de responsabilidad intermedia.Un nuevo mundo forma un excelente díptico con La ley del mercado (2015); además de temática y tono, comparten protagonista: el veterano Vincent Lindon, uno de los monstruos en activo del cine francés.Los perdonados (John Michael McDonagh, Reino Unido)El director de la interesante y truculenta Calvary (2014) ha trabajado en esta ocasión con un encargo, una adaptación de un escritor que parece estar de moda en el cine, Lawrence Osborne. No es de extrañar que McDonagh se haya sentido identificado con esta historia de culpa y redención en la que unos aristócratas y grandes burgueses se divierten en medio del desierto del Atlas marroquí, ajenos a la miseria que les rodea e incluso responsables de la misma, ya que uno de ellos ha atropellado a un muchacho que se buscaba la vida vendiendo fósiles como souvenir a los turistas.
Un título a la antigua que recuerda al cine clásico, a las obras de Graham Greene, y que muestra el gran momento que vive en su madurez Ralph Fiennes, protagonista también de El menú.El rezador (Tito Jara, Ecuador)El otro título que destacamos este año de origen latinoamericano también mezcla, como Cadejo blanco, la denuncia social con una trama propia de cine negro. Narra la caída en la delincuencia y la degradación moral de sus protagonistas, que utilizan a una menor que presuntamente habla con la virgen para montar un negocio a partir de la ingenuidad de los fieles.El equilibrio entre los aspectos psicológicos y emocionales de la trama por un lado, y su fuerte componente social y por momentos casi antropológico por el otro, consigue que la película se sobreponga al cierto amateurismo de sus intérpretes y de su banda sonora.Smile (Parker Finn, USA)Cerramos la lista con un título claramente comercial y de género que no sería sorprendente que generara alguna secuela. Smile es una película de terror que plantea una variante del tema de la maldición que se pasa de una víctima a otra, en esta ocasión a través de una inquietante sonrisa precedente de la muerte. Con influencia del cine fantástico japonés, tanto por su temática como por el tratamiento de la misma, la película se basa más en la tensión psicológica que en la pirotecnia gore. Es el primer largo de su director; habrá que ver si estamos ante el debut de un nuevo especialista del género.
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