Revista Opinión

Repensar la izquierda

Publicado el 05 mayo 2013 por Jangas

Frente a un modo de dominación tan complejo y refinado[como el del capitalismo neoconservador/neoliberal], donde el poder simbólico tiene un lugar tan importante, hay que inventar nuevas formas de lucha.”

Pierre Bordieu

Izquierda y futuro

Escapa de las capacidades de nuestro movimiento político conseguir realizar un bloque social y político alternativo contrario al modelo neoliberal, pero no posibilitar plataformas que generen un germen contrario a la realidad política neoliberal, potenciar aquellos movimientos sociales alternativos y reforzar nuestra organización para que las redes entre movimientos sean más resistentes. Izquierda Unida se queda pequeña para este proyecto, aunque es una parte fundamental para su construcción, de una forma solidaria, generosa y anteponiendo los intereses de la gente y la justicia social a nuestros propios intereses electorales. En Palencia, se está haciendo una propuesta desde lo local con motivación autónoma, en medio ambiente como en la Plataforma Ribera Sur, en Cultura como en ADECAC(Asamblea en Defensa del Espacio Cultural en la Antigua Cárcel), con motivación regional o estatal: en Educación como en la Plataforma por la Escuela Pública,laica y gratuita, en Derechos sociales como en la Plataforma Afectados por la Hipoteca, en Salud como en la Plataforma por una Sanidad Pública para tod@s.

Una izquierda más fuerte, en organizaciones alternativas que se fortalezcan en torno a un proyecto común de parar la brutal embestida que están infringiendo sobre las clases populares: los recortes en Sanidad, Educación y servicios sociales deben eliminarse, pero que también intenta aglutinar a favor de propuesta de más sentido común. Intentando vertebrar e interrelacionar las luchas locales específicas con las luchas por un modelo económico que tenga más en cuenta a las personas.

Los últimos años, algunos partidos han entrado en una dinámica que les ha alejado de la realidad, una política de élites que ha incapacitado a sus estructuras para conocer las necesidades e intereses de la ciudadanía. El bipartidmismo se ha movido cercano a cambiar para que nada cambie y, teniendo matices que les diferencian han gestionado la “democracia” post-transición con una política económica similar que defendía los intereses de la clase dominante. Quien no sepa distinguir que, en este momento de la historia, la crisis de civilización no tiene posibilidad de ser gestionada por los mismos ni en los mismos términos, tiene un serio problema a la hora de analizar la realidad.

No es posible una salida política sin romper con las fuerzas que se han venido sucediendo después de la Constitución del 78. Hay que entrar en un proceso constituyente que se acerque a las necesidades de la ciudadanía y las plasme en un nuevo documento que sirva para establecer las bases de una nueva sociedad.

Potenciar el debate, empoderar a la sociedad y a los movimientos sociales.

Es fundamental la potenciación del debate con la mayor profundidad posible, un debate con mayúsculas donde las aportaciones de nuestros militantes, simpatizantes y personas que quieran colaborar en la construcción de un nuevo sujeto político nos permita elaborar un programa de mínimos. Renovar nuestras estructuras para conseguir incardinar en ellas a personas protagonistas en el ámbito de los movimientos sociales que puedan dinamizar nuestra organización, fortalecerla y que ello sea en aras a una cooperación mutua y una colectivización de la lucha.

Diferenciar el debate en lo inmediato con un debate de mayor profundidad, distinguir la estrategia de la política y el fondo de la forma en la que se tenga que  llevar a cabo. Para evitar que las luchas políticas cotidianas nos nublen políticas estratégicas.

Lo explica Jorge Riechmann en uno de sus últimos libros:”El socialismo solo puede llegar en bicicleta”. Tenemos que diferenciar el debate sobre qué hacer con los residuos, porque es un debate de un problema derivado. El fondo del debate político, el de mayor profundidad es debatir sobre la organización de la producción, el trabajo y el consumo.

Acumulación de fuerzas

Este proceso interno tiene que darse a la par que otro proceso externo donde repensemos el futuro no de nuestra organización sino de las personas a las que nuestra organización representa y de qué manera puede representar mejor. Las encuestas nos dan una expectativa electoral halagüeña, pero insuficiente para poder transformar la sociedad en la línea que establecen nuestros documentos políticos y ni PP ni PSOE están dispuestos a poner en entredicho el sistema de decisiones establecido: Monarquía, Constitución, Troika, y mercado. Son cuestiones en las que están de acuerdo para modificar pequeños detalles aceptando como inmodificables los fundamentos.

En el momento actual es fundamental establecer un frente social capaz de aglutinar a las personas a las que la crisis está afectando independientemente de la medida en que lo haga: mujeres, personas que trabajan en la administración pública, autónomos y comerciantes, trabajadoras por cuenta ajena, parados, jubiladas, inmigrantes. En lugar de enfrentarnos unos a otros por las migajas hemos de conseguir una hegemonía social que permita un mejor reparto de la riqueza, del trabajo, una sociedad más justa, …

Frenar la agresión que se está produciendo contra las clases populares, identificar este proceso de agresión como destrucción de la democracia, una democracia que solo sirve para sus objetivos espúreos cuando las urnas avalan una candidatura con un proyecto oculto de deconstrucción del Estado del Bienestar. Desde la renuncia previa al cumplimiento de sus compromisos electorales.

Nuestro objetivo es la construcción de una verdadera democracia donde el poder político esté avalado por el poder de la calles y en este proceso de empoderamiento de la ciudadanía hay que profundizar porque no se producirá transformación de la sociedad desde las estructuras sino hay un cambio de la sociedad para que camine en esa misma dirección. Volcarse en la calle.

  • Hay que conseguir forjar unidad en torno a lo alternativo propiciando el debate entre las organizaciones más tradicionales y las nuevas organizaciones u organizaciones alternativas

  • Ser capaces de defender los intereses de los más desfavorecidos y ser percibidos como tales en torno a una política económica alternativa que ponga las necesidades de las personas por encima de los intereses económicos o financieros.

  • Promover la movilización social unitaria en torno a las propuestas alternativas que extraigamos de los debates. Ya que es la movilización social y la desobediencia civil las dos armas pacíficas de las que disponemos para intentar reorientar la deriva de erróneas decisiones que el Gobierno está tomando. (Los pactos son imposibles con personas que carecen de honestidad y legitimidad para mantenerlos)

  • Que las tres cosas anteriores: Generar debate, tener una política alternativa establecida y debatida y la movilización social, lleven al Gobierno a plantear su dimisión y la convocatoria de nuevas elecciones que permitan cambiar la forma de hacer las cosas y de tomar las decisiones.

Politizar la ciudadanía y generar esperanza

En este proceso de politizar a la ciudadanía es en el que hay que navegar, teniendo claro que la lucha de clases empieza en lo más sencillo y cotidiano y tendremos que concienciar a la población. Hay mucha gente que se identifica con una clase a la que no pertenece y la mejor forma de defenderse es teniendo claro cuál es nuestro bando. Destapar las razones para la esperanza en otro mundo posible desde una inferioridad manifiesta, desde lo pobre, desde el que carece medios pero va cargado de razones para transformar el mundo:

  • David venció a Goliath. Alguna vez a los pobres les tocará vencer y la derrota curte la personalidad de los acostumbrados a la lucha. La reacción social tiene que ir orientada a la generación de esperanza y de una sociedad más justa, hacia ahí hay que canalizar nuestros esfuerzos como organización.

  • Recuperar la humanidad es un anhelo personal y colectivo en un mundo que insiste en seguir estrujando a los oprimidos.
  • Generar valores constructivos que han caracterizado históricamente las grandes revoluciones: solidaridad, igualdad, libertad. Que son contravalores en un mundo que se mueve por el interés personal, egoísta y el afán de consumo. Y aprender de los errores cometidos en otros momentos históricos con similares circunstancias de injusticia.
  • Las decisiones tan profundamente erróneas que se están tomando contra la mayoría suponen el descubrimiento para muchos de las injusticias que este sistema económico generaba previamente en la periferia, de la que hemos pasado a formar parte.

Concienciémonos! Sí se puede!


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas