Revista Opinión
La fotografía está recogida del blog de bemsalgado concorno
Comentando ésta y otras fotografías de él, yo, ayer, escribí en su blog:
"JOSE LOPEZ PALAZON,18 de abril de 2013 19:38 Como me ocurre tantas veces con bemsalgado, no me aclaro, coño, no me aclaro; hace tiempo que me di cuenta de que soy un tipo demasiado limitado para ciertas cosas, pero creo que a gente como yo, si acaso, hay que explicarle bien las cosas. En cualquier caso, estoy convencido de que bem tiene siempre razón, por eso casi se ha retirado de la vida activa, que tal vez es lo que deberíamos de hacer todos. Un abrazo, bem,". Y bem me contestó: "Amigo José: No me sorprende que no te aclares conmigo, porque yo tampoco lo consigo. Y con la China, menos. Creo, no, estoy seguro de que en un par de ocasiones he comentado en tu blog al respecto, no recuerdo ahora en que términos pero supongo que con el mismo nivel de confusión que ahora mismo aprecias. La China es una realidad tan grande y compleja, a pesar de haber hecho ya cuatro viajes a aquel gran país, tres veces en los últimos tres años, mi capacidad para interpretar cualquier realidad social que me es extraña es exigua, y tanto más en el caso de China con cuyas gentes mi intercomunicación se ha quedado al nivel de la mímica, miradas, sonrisas, y gestos hospitalarios o amistosos de cortesía, cordialidad y gratitud. Por tanto, no tengo cosas que explicar bien sobre China, ni a ti, ni a mí, ni a nadie. Por eso me limito a recoger imágenes, en muchos casos, aquellas que más me sorprenden. Algunas veces, como digo en este post, me he autocensurado y otras la sorpresa ha sido tal que me ha paralizado el tiempo preciso para que la instantánea fuera cosa del pasado cuando me disponía a captarla. O bien no llevaba a mano los medios adecuados para recogerla. Y casi prefiero no explicitar aquí que tipo de circunstancias se daban en tales casos, porque ni con mil palabras acertaría a transmitir una idea aproximada de lo que pude contemplar. Aunque sea someramente, el conocimiento de algunos acontecimientos de la historia de ese país, como las dos guerras del opio y la consiguiente ocupación por parte de las potencias occidentales. La invasión y ocupación posterior por parte de Japón, la negativa por largo tiempo a reconocer la China liberada del invasor japonés y en cambio reconocer como tal la isla de Formosa o Taiwan, y la persistencia de esa división china con la segregación de esa parte de su territorio por mor del único sistema económico aceptable para occidente y la instalación de bases militares yankis en base a tratados militares con USA, al igual que en el caso de Corea. Pues bien, aunque sólo fuera por eso, es por otras muchas razones de muy diverso tipo que me me resulta cansado enumerar aquí ahora, mi simpatía, afecto y solidaridad están con China. Y la realidad enloquecida de guerras coloniales que estamos viviendo desde la caída de la Unión Soviética, me hacen ver en China, esté equivocado o no, una de las pocas esperanzas de equilibrio y freno a la sinrazón. ¿Qué más puedo decirte? Un fuerte abrazo, y buenas noches". Por lo menos a mí, bem, ya me lo has dicho todo, porque lo que acabas de expresar es precisamente lo que yo siento y pienso, sólo que tú, como poeta, lo explicas mucho mejor que yo que sólo pretendo ser un aprendiz de filósofo. Lo que yo quería decir en mi post “respondiendo a Lucía Lisístrata M. Mur y bemsalgado sobre China” es sólo un intento desesperado de llevar a mis lectores la idea de que, siendo absolutamente despreciable lo que sucede ahora mismo en aquel inmenso país, es la única jodida esperanza que nos queda, si es que nos resta algo ya que esperar en este asqueroso mundo, de que los directos herederos de la Thatcher y el Regan no nos jodan aún más de lo que lo están haciendo. Yo, que todos los días, leo todo lo que puedo de la prensa, no he visto aún nunca nada que se parezca a lo que yo sostengo, quizá porque debería de ir a beber a otras fuentes, pero es que no dispongo de tiempo porque todos los días tengo que acudir en socorro de mi pobre mujer cuya enfermedad avanza galopantemente, son ya más de 10 caídas, en la última de la cuales el tac dice que se le ha producido un coágulo de sangre en el cerebro que si no le desaparece con el dacortín, tendrán que extraérselo quirúrgicamente, entonces, "primum vivere", coño, todo lo demás no sólo es relativo sino que, a lo peor, incluso es indecente. Pero yo, aparte esta tragedia, vivo ya sólo para esto: intentar aproximarme a una verdad que por ser tan relativa es subyugante. Que no hay verdades absolutas se ha dicho ya millones de veces, lo que yo no he leído nunca aún, tal vez porque no leo por los sitios adecuados, es que China, coño, es lo poco de esperanza que hay en el mundo, triste, jodida, deleznable, detestable, asquerosa esperanza pero es lo único ya que tenemos, si será miserable la coñosa condición humana. Lo que yo trato de decir pero empiezo a creer que nunca lo digo bien es que si China, Rusia y la India, y no sé si me dejo a alguien más, no estuvieran ahí, sólo Dios sabe, es una manera de hablar, cómo andaríamos ahora nosotros y fíjate como andamos, porque de las pocas cosas que tengo seguras es que la avaricia de esta asquerosa gente es inacabable. Porque el poder usaniano es insaciable por su propia naturaleza. Hay allí unos jodidos tipos, lunáticos perdidos, que sólo viven para aumentar su poder y el jodido poder sólo se quiere para ejercerlo y se ejerce aplastando a los demás que es la mejor manera de gustar el poder que es eminentemente sádico por su propia naturaleza también. Lo que sucede es que el mundo se ha hecho de tal manera que todo lo que ocurre en él por sí mismo genera sus propios anticuerpos, el sistema autoinmune creo que se llama, de manera que es el propio Usa el que ha generado China y los demás países emergentes que luchan bravamente para no dejarse absorber. Esto ya nos lo dijeron, de alguna manera, Hegel y el mejor, quizá, de sus discípulos, Marx. Es la jodida, la puñetera, la asquerosa, pero también la bendita dialéctica que no es una cosa meramente cerebral como pensaba el primero sino algo total que va implícito en la misma naturaleza de las cosas, quizá sea, no lo sé, ese impulso vital que mueve al mundo, “l’elan vital”, de Bergson y Ralph Waldo Emerson. Yo lo llamo dialéctica histórica, siguiendo al muy jodido Marx: “...en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia". Karl Marx, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859). De modo que es la propia vida la que nos ha traído hasta aquí, o sea que es la culpable directamente de todas nuestras tribulaciones pero también nos ha proporcionado, nos proporciona, el correspondiente antiveneno: a los Usa, los llamados países emergentes, el principal de los cuales es la jodida, la canallesca, la detestable China. China ha puesto contra las cuerdas a los Usa y gracias a eso vivimos todavía si es que a esto se le puede llamar vivir, es lo que llamo la teoría del contrapeso, del contrapoder. Y, como ya me he cansado de tanto escribir, lo dejo por hoy.