Para entender el contexto de estas respuestas es necesario antes haber leído "La salvación "por medio de la fe" no es igual a la "fe sola" protestante".
Lo que a continuación presento son mis réplicas a una respuesta recibida por un pastor evangélico ecuatoriano (Jinsop Manosalvas Dávila) a .
(Todo lo que se ve en color celeste son los comentarios del pastor Jinsop y lo que se puede leer en rojo son mis réplicas. Algunas partes aparecen en negro, son citas que Jinsop hizo de para darle respuesta).
(Jinsop): La perspectiva en cuanto a Mateo 7:21-23 es muy clara.
Jesús desenmascaró a las personas que aparentaban ser religiosas pero no tenían una relación personal con El. En el Día del Juicio, solo nuestra relación con Cristo, nuestra aceptación de El cómo Señor y Salvador y nuestra obediencia a Él, será tomada en cuenta. Muchas personas piensan que si son "buenas" y aparentan religiosidad serán premiadas con la vida eterna. La fe en Cristo es lo que se tendrá en cuenta en el juicio.
(Jinsop): No veo la relación de Mateo 7:21-23 con la salvación por obras en "mi perspectiva" a cerca de este capítulo de Mateo expreso más bien la convicción de un genuino Cristiano por eso dice: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos."
(Alfredo): Insisto en lo que dije al principio, no existe en el catolicismo la "salvación por obras", eso es un fantasma y un muñeco de paja del protestantismo. Nadie se puede salvar por sí mismo sin la gracia como decían los pelagianos. Lo que existe en el catolicismo es la salvación por la gracia de Dios a través o por medio de la fe (una fe actuante, obrante, obediente, no una fe sola, ni por obras solas).
(Alfredo): Otra vez se nos da la razón, no basta con "parecer salvos" y mucho menos con presumir que ya se es salvo como hacen ustedes, porque la realidad es que eso no lo sabrá nadie sino hasta su juicio, presumir que uno ya tiene garantizada la salvación, sin haber pasado por su juicio particular, es de hecho un pecado de soberbia que le será juzgado. Insisto en Rom. 8, 24 porque es un versículo que parece que los protestantes meten debajo de la alfombra, ya que ese versículo refuta la salvación imputada en un solo acto, y la seguridad de la misma, pues san Pablo dice que hemos sido salvos EN ESPERANZA. Por eso es que nadie debería de andar por ahí presumiendo que ya le fue imputada la salvación y que no hay manera de perderla, pues corren el riesgo de que Jesús les diga "¡Jamás los conocí; apártense de mí, hacedores de maldad".
(Alfredo): Dices " No veo consistencia en los textos que citas para amparar las obras en la salvación". Pues si no te es suficiente con leer que recibirá gloria, honra y paz el que HACE LO BUENO, y tribulación y angustia el que HACE lo malo, no se qué te podrá convencer. HACER implica OBRAR, ACTUAR, REALIZAR, TRABAJAR. El versículo y todo el contexto son clarísimos, Dios juzgará y pagará a cada uno conforme a sus obras, lo que por supuesto no excluye a la fe. Volvemos a lo mismo, si me esfuerzo por hacer lo bueno, es porque tengo fe en lo que Dios me promete si hago el bien; mi fe en Dios y en sus promesas me mueven a actuar de tal o cual modo (como movió a Abrahán a peregrinar o a Noé a construir un arca). Tengo fe que haciendo lo bueno Dios me juzgará digno para entrar a su reino.
Luego dices: " La frase conforme a sus obras no contradice el evangelio de salvación como una dádiva gratuita que no puede ser ganada".
Frente a Dios , en el sentido de un derecho estricto, mérito por parte del hombre. Entre Él y nosotros, la desigualdad no tiene medida, porque nosotros lo hemos recibido todo de Él, nuestro Creador.
"los méritos de las obras buenas deben atribuirse a la gracia de Dios en primer lugar, y al fiel, seguidamente. Por otra parte, el mérito del hombre recae también en Dios, pues sus buenas acciones proceden, en Cristo, de las gracias prevenientes y de los auxilios del Espíritu Santo."
(Jinsop): El versículo sintetiza lo que realmente sucederá: los incrédulos serán juzgados por sus pecados; y los creyentes, quienes han sido liberados de sus pecados gracias al sacrificio de Cristo Romanos 3.21-26, serán recompensados en el cielo de acuerdo con su conducta en esta vida. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
(Jinsop): "Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy."
1º Carta a los Corintios, 13 - Bíblia Católica Online
El amor es un dado por Dios, no tiene nada que ver salvación por obras.
(Jinsop): Sean obras de la ley o sean obras de la Iglesia católica nada tiene que ver con la Salvación. Gálatas 6:2 La ley de Cristo es Espiritual, no tiene que ver con obras, La Ley de Cristo es amarse los unos a los otros como él nos amó.
Gálatas 5:14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
(Alfredo): La ley de Cristo es el amor, el amor se concreta en actos. " Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas" ¿Cómo nos ayudamos mutuamente a llevar nuestras cargas? Con actos concretos, con acciones concretas. Todo eso Dios lo juzgará para saber si cumpliste con la ley de Cristo o no. Tu entrada al cielo dependerá de que la hayas cumplido, o sea, de que hayas conformado tu vida al amor.
(Jinsop): 2Timoteo 1:9...quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos...
(Jinsop): Que contradicción Según CIC 2068: El Concilio de Trento enseña que los diez mandamientos obligan a los cristianos y que el hombre justificado está también obligado a observarlos (cf DS 1569-1670). Y el Concilio Vaticano II afirma que: "Los obispos, como sucesores de los Apóstoles, reciben del Señor [...] la misión de enseñar a todos los pueblos y de predicar el Evangelio a todo el mundo para que todos los hombres, por la fe, el bautismo y el cumplimiento de los mandamientos, consigan la salvación." (LG 24).
Y en efecto ¡NADIE SE VA SALVAR SI NO CUMPLE LOS MANDAMIENTOS!, que como sabemos se reducen a dos, amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo. ¡El que no ama a Dios sobre todas las cosas y no ama al prójimo, evidentemente no se salvará! Esto mismo es lo que enseñó Jesús, cuando le preguntaron que se tenía que hacer para ganar la vida eterna, pues eso respondió Jesús, cumplir los mandamientos. Y evidentemente Jesús no pensaba como protestante, no le dijo "solo ten fe", tampoco le dijo "vas a obedecer los mandamientos porque ya eres salvo, no para ser salvo", sino que le dejó claro que será salvo el que los cumpla. ¿No dice también san Pablo que quien cumple esto ya cumplió la ley? El problema, otra vez, es la confusión protestante, como confunden las obras, así también confunden la ley. San Pablo deja claro que incluso los gentiles tienen la ley grabada en su corazón, ¿pero cómo, acaso se circuncidan o guardan el sábado o se purifican luego de tener un hijo? No, nada de eso, Pablo se refiere a la ley natural, que se resume en el decálogo, que todo cristiano efectivamente está obligado a cumplir en el amar a Dios y en el amar al prójimo. Luego está la ley ceremonial (sábados, comidas, bebida, circuncisión, sacrificios de sangre, etc.) por la cual nadie podrá salvarse.
(Jinsop): Entonces porque obras son justificados los católicos? La obras de la fe? la ley de Cristo, que es la ley del amor?
Precisamente el Amor es un don otorgado por el Espíritu Santo y es el fruto de un regenerado de un Salvo no podría ser de otra manera.
(Jinsop): Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo...
"Las causas de esta justificación son: la final, la gloria de Dios y de Cristo y la vida eterna; la eficiente, Dios misericordioso, que gratuitamente lava y santifica, sellando y ungiendo con el Espíritu Santo de su promesa, que es prenda de nuestra herencia; la meritoria, su Unigénito muy amado, nuestro Señor Jesucristo, el cual, cuando éramos enemigos, por la excesiva caridad con que nos amó, nos mereció la justificación por su pasión santísima en el leño de la cruz y satisfizo por nosotros a Dios Padre"
"somos justificados gratuitamente, porque nada de aquello que precede a la justificación, sea la fe, sean las obras, merece la gracia misma de la justificación".
El problema con el protestante es que está ya condicionado a pensar la salvación como un acto que se ejecuta e imputa en un solo momento (cuando profesa la fe), y como algo ya consumado, garantizado, irrevocable. De ahí que no pueda entender el lenguaje de la Iglesia cristiana que existió por 16 siglos antes que el protestantismo, donde la salvación siempre se enseñó como todo un camino o una carrera (¡exactamente como lo enseña san Pablo en Filipenses 3, 12!) que comienza en la justificación que se nos ha dado gratuitamente, y donde el siguiente paso es que perseveremos hasta el fin en obediencia a Dios, uniendo nuestra voluntad a la de Dios, y cuya voluntad es el amor.
(Jinsop): Añadamos también que: [todo lo que aparece a continuación en color negro es una cita muy larga que Jinsop hace de mi texto, el cual el lector puede leer completo aquí]
Este amor al prójimo es la ley que se resume en el mandamiento nuevo (San Juan 13, 34), que al final es la plenitud de la ley natural que está inscrita en los corazones, y que incluso los gentiles pueden cumplir cuando en su conciencia son capaces de discernir entre lo bueno y lo malo, siendo así justificados: "que no son justos delante de Dios los que oyen la ley, sino los que la cumplen: ÉSOS SERÁN JUSTIFICADOS [...] cuando los gentiles que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley" (Rom. 2, 13-14)
¿Cómo "cumplen naturalmente las prescripciones de la ley" los gentiles si no se circuncidan? No ciertamente circuncidándose o guardando estrictamente el sábado, o la legislación sobre comida o bebida, sino guiándose por su conciencia y sabiendo diferenciar y escoger y desechar entre lo que es propio de juicio de condenación o de alabanza, o sea las "acciones secretas" de los hombres por las que Dios los juzgará, como dice Rom. 2, 16.
"Y sacándolo afuera le dijo "Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas". Y le dijo: "así será tu descendencia". Y creyó él en Yahvé, el cual se lo contó como justicia". (Génesis 15, 6)
"yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré mucho tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, EN PAGO DE HABER OBEDECIDO TU MI VOZ"
Pero entonces debemos preguntarnos: ¿cómo se discierne si la fe está viva o muerta?
¿Basta la sola confesión de la fe para demostrar si ésta está viva o muerta? De ningún modo, pues eso solo puede demostrarse posteriormente al acto de confesar la fe, ¡con las obras que realice el creyente! Con éstas es como se demuestra si se trata de una fe viva o muerta. Cuando alguien hace la "oración de la salvación" que usan las iglesias bautistas, pentecostales, entre otras, es imposible distinguir si se trata de una fe viva que da salvación, o de una fe muerta que no la da, pues la oración es idéntica para todos. Lo que distinguirá a una fe de otra, lo que hará diferencia entre salvación o condenación, no será el solo acto de tener fe y confesarla, sino los frutos que produzca posteriomente esta fe, por ello es que no puede juzgarse la fe sola, sino tambien lo que resulta de ella y la acompaña.
(Jinsop): Santiago 2:26 dice que la fe sin obras es muerta, pero de lo que Santiago está hablando es que la fe muerta no produce obras. El contexto del capítulo empieza en el versículo 14 donde Santiago dice: "Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?" La fe de la que está hablando es la falsa, la cual más adelante clarifica cuando menciona cómo el diablo también cree en Dios (v. 19). El Diablo tiene una fe muerta: él solo reconoce la existencia de Dios.
Así que con un Cristiano verdadero, las buenas obras son el resultado de la fe salvadora, no un factor que contribuye a la salvación ni nuestras obras nos sostendrán nuestra salvación. Si éste fuera el caso, entonces la salvación sería por obras.
(Alfredo): Vuelves al mismo muñeco de paja, la Iglesia católica no enseña y nunca enseñó que la salvación sea "por obras". Ahora bien, las obras no están excluidas del camino de la salvación (no es por obras, pero tampoco sin ellas) como piensan ustedes, aunque los contradiga la biblia. Santiago dice claramente que las obras perfeccionan la fe, una fe sin obras es imperfecta, está muerta, y no salva, son las obras las que la vuelven viva y perfecta. ¿Y cuando están dos personas una de lado de la otra haciendo la oración de la salvación cómo se discierne cual de las dos tiene una fe viva y cual una fe muerta? No se discierne cuando están ahí haciendo la oración ¡sino cuando comienzan a actuar después de esa oración! Las dos profesaron la fe, ¿ya son salvas las dos? No, lo que determinará si son salvas es si su fe es viva o muerta y eso depende de las obras.Las obras son el examen de la fe. Dios va examinar la fe según las obras de cada uno.
(Jinsop): ¿Qué dice Romanos 4:1-4?
"¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda".
La fe verdadera será suficiente para Dios. Sin embargo, la iglesia revela la fe por las obras de aquellos que pertenecen a esta. Por lo tanto, no existe ninguna contradicción entre la epístola de Santiago y la epístola a los Romanos.
(Jinsop): Pero la escritura es muy clara Pablo dice en Tito 3:5 "...nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo..."
(Jinsop): Según la Iglesia Católica: "...El bautismo es el primer y principal sacramento del perdón de pecados debido a que éste nos une con Cristo, quien murió por nuestros pecados y se levantó para nuestra justificación, así que 'nosotros también podemos caminar en novedad de vida.'" Según el (Catecismo de la Iglesia Católica, parágrafo 977).
"Nos merecemos la justificación por la Pasión de Cristo. Se nos concede a través del Bautismo. Ésta nos conforma a la justicia de Dios, el cual nos justifica. Tiene por meta la gloria de Dios y la de Cristo y el regalo de la vida eterna. Es la obra más excelente de la misericordia de Dios." (Catecismo de la Iglesia Católica, par. 2020).
Pero la Biblia dice sobre la salvación en: Efesios2:8-9 "Porque por gracia son salvos por medio de la fe, y esto no de ustedes, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe".
(Jinsop): Romanos5:1"Por lo tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios a través de nuestro Señor Jesucristo".
Luego de este paso sigue la lista de procedimientos para alcanzar la salvación como la penitencia, las indulgencias, etc, y no conforme con esto aún tienes el purgatorio.
(Jinsop): Para ser breve en cuanto a Abraham puedo decirte que tienes una perspectiva fuera de contexto en cuanto a su justificación. Realmente lo que le justificó fue su Fe, esto implica su regeneración por tanto su obediencia.
(Jinsop): Lo mismo pasa en el cristiano, no es que sus obras lo justifican, ya que nadie puede justificarse por obras sino el creer en el sacrificio de Cristo en la Cruz.
(Jinsop): En cuanto a Mateo 7:21-23 es un claro ejemplo que no has discernido. Las buenas obras no salvan sino la regeneración que viene con el Creer y Recibir a Jesús.
Más de lo mismo. Solo remito al ejemplo ya dado. Dos personas pueden estar una de lado de la otra y hacer el acto de "creer y recibir a Jesús como Señor y Salvador", incluso ambos pueden ser sinceros al hacer ese acto, pero supongamos que uno persevera toda su vida y el otro al paso de los años se enfría y se aparta de la fe. ¿Cuál de los dos se salvará si los dos ya recibieron a Cristo? Solo el que persevere hasta el fin, haciendo que su fe actúe por medio del amor. Con eso se demuestra que su destino no quedó resuelto en un instante, cuando ambos "recibieron a Cristo", sino que todo lo que hicieron posterior a ese acto también incidirá en su salvación o condenación.