Hablar de un pueblo en el mundo de los videojuegos es hacerlo de Silent Hill, ese 'hogareño' municipio invadido por la niebla y donde las peores pesadillas se hacen realidad. Desde Konami desarrollara el primer juego en 1999 la saga ha creado a una buena legión de amantes del terror y el miedo psicológico pero, ¿y si Silent Hill existiera en la realidad y no fuera simplemente fruto de la imaginación? Os presento a Centralia, el pueblo que inspiró a Konami para crear esta saga de videojuegos.
Orígenes
Centralia es un pueblo de Columbia en el estado de Pensilvania cuya historia se remonta a 1866 cuando fue registrada como tal aunque lleva existiendo desde 1841 empezando con un único edificio, la taberna 'Bull's Head' abierta por Johnathan Faust. No fue hasta 1854 cuando empezaron a edificarse las primeras casas y construirse sus calles. Aunque en un principio iba a llamarse Centreville sus ciudadanos optaron por Centralia debido al establecimiento de una oficina de correos.
Sin embargo ésta no era la principal industria del municipio, lo era la industria del carbón, una actividad que se llevó desarrollando hasta 1960.
Para llegar a Centralia había dos opciones -concretamente dos líneas de ferrocarril-, la de Philadephia and Reading y la Lehigh Valley. No obstante el servicio de tren desapareció en 1966 por lo que la única forma de llegar en la actualidad es por carretera.
Centralia llegó a ser el típico pueblo estadounidense que todos imaginamos o que hemos visto en decenas de películas. Tenía su escuela de educación primaria y secundaria así como dos escuelas católicas. La religión, al igual que en el juego, estaba muy presente ya que había hasta siete iglesias. También había cinco hoteles, 27 salones, dos teatros, un banco, su servicio de correos, 14 almacenes además de diversos negocios.
Un pueblo muy hogareño en el que poder vivir hasta los terribles acontecimientos que lo convirtieron en fuente de inspiración para una saga de terror.
Así se convirtió en Silent Hill
El ocaso de Centralia y el origen del 'Silent Hill real' tuvo lugar en 1962 a raíz de un fuego que se inició en el basurero de la ciudad dentro de una mina abandonada de la parte sudeste del municipio. Fue un efecto dominó, las llamas encendieron un vena de carbón y se extendió por el resto de minas situadas en el subsuelo del pueblo.
Evidentemente muchos intentaron sofocar el fuego pero era imposible. El humo que producían las llamas mientras quemaban las minas escapaban por los orificios que daban al pueblo tales como las alcantarillas de ahí que las calles de Centralia parecieran que estuvieran inmersas en niebla (como en el videojuego) pero en realidad es humo.
No fue hasta 1979 cuando se percataron de su verdadera magnitud. Lo más curioso es que fue de casualidad. El propietario de una gasolinera insertó una vara dentro de uno de los tanques subterráneos para comprobar el nivel de combustible. Al retirarla ésta estaba muy caliente y al introducir un termómetro se dio cuenta de que el tanque estaba a 79º.
Sin embargo en 1981 el problema llegó a captar la atención de toda la nación cuando un niño de 12 años, Todd Domboski, se cayó en un pozo que de repente se abrió bajo sus pies. Exacto, la superficie de Centralia se estaba resquebrajando debido a los daños que había en el subsuelo por los incendios. El niño afortunadamente fue rescatado pero se descubrió que el foso tenía decenas de metros.
Por aquel entonces y según el censo de 1981 Centralia tenía mil habitantes. El suceso captó la atención del Gobierno de Estados Unidos que en 1984 invirtió 40 millones de dólares para la reubicación de los ciudadanos en pueblos vecinos, concretamente Mount Carmel y Ashland. No obstante algunos habitantes desearon quedarse en sus casas.
Un pueblo de diez habitantes
Según el censo de 2010 Centralia estaba habitada por solamente diez personas y solamente unas casas permanecen en pie. La mayoría de los edificios se han venido abajo y actualmente la escena es la de un campo con calles pavimentadas. Las calles y aceras están plagadas de arbustos aunque algunos servicios se siguen realizando como el de la iglesia, que continúa recibiendo fieles los sábados por la noche. Eso sí, los cementerios continúan en buen estado... ¿se atreven a adivinar donde hay más habitantes: en el pueblo o en el cementerio?
La estampa es la de un pueblo fantasma con el humo saliendo del subsuelo ya que el incendio no solamente continúa sino que los expertos estiman que lo seguirá haciendo por lo menos 250 años más.
Ante estos acontecimientos no es de extrañar que Konami se fijara en este enclave para hacer la saga de terror Silent Hill.
Por cierto si los seguidores de la saga Silent Hill quieren sentirse protagonistas del juego lo mejor que pueden hacer es planear un viaje en vacaciones y recorrer las calles de Centralia.