Tras el aperitivo del jueves en el mundo de Oz, llegaba el viernes, el autentico comienzo de la muestra a lo grande, con una sesión de cine de tarde a madrugada, viendo desde anime hasta un cortometraje. Al igual que el día anterior, Macarena Gomez presentó las películas… pero no estaba sola pues llego la musa de la muestra, Leticia Dolera, para acompañarla, y ya en las ultimas sesiones, presentar en solitario, con bastante desparpajo y presencia.
El día comenzó (tras una cola bajo la lluvia) con Kenshin, el guerrero samurai, adaptación en imagen real del famoso manga y anime, que muchos conocerán de las mañanas de los 90 en Canal +. La película es todo lo que se puede esperar de una adaptación japonesa, calco en los personajes, planos, diálogos… todo es una fotocopia de lo que puedes leer en un tomo del manga. Y eso es tanto su mayor virtud (las coreografías de las batallas estan muy bien, así como los toques de humor, muy bien integrados en la historia), como su mayor defecto, porque hace que todo tenga la sensación de lentitud, de diálogos alargados que provocan momentos vacíos y que sea una película de más de dos horas, que me resultaron claramente excesivas. Aún así, recomendada si eres fan de Kenshin, de eso no tengo duda.
Del Japón de comienzos del siglo XX, a un pequeño pueblo irlandes, con Grabbers, una comedia con toques de terror sobre un pueblo costero irlandes, que es invadido por unos monstruos marinos que sólo necesitan agua y sangre para vivir, hasta que descubren como pueden vencerlos, lo que es el gran giro de la película, y la que hace que sea tan divertida. Fue sin duda, mi película favorita de ayer, es sencilla y no descubre nada, pero la idea es muy divertida, es de la duración justa y en festivales como este funciona muy bien, porque tiene muchos momentos en los que te dejas llevar por la risotada genera y los aplausos colectivos, haciendo la experiencia más disfrutable. Recomendadísima para pasar verla una noche mientras bebes unas cervezas con tus amigos.
Llegamos al ecuador de la jornada, y que mejor que un aperitivo en forma de cortometraje, presentado por su director Eduardo Casanova y su protagonista, Ana Polvorosa. Amor de Madre es un intento de melodrama de Almodovar, de locura de John Waters, pero en medio de una invasión zombi… pero se queda en eso, en un intento. Fuerza tanto la artificialidad, lo exagerado, que el corto no logra el click necesario para disfrutarlo como un festival de excesos.
Inmediatamente después, tengo el placer de presentar, la peor película que he visto en mi vida, Boneboys. Podía esperar algo malo, pero no tan horrible. Nada tiene sentido, la dirección, el guion (si es que se le puede llamar guion, que lo dudo), el montaje (las transiciones de luna y planos de la ciudad de noche me han traumatizado), las actuaciones, la música… todo esta horriblemente mal. Así que la decisión que tomamos en la sala fue la adecuada, empezar a disfrutar de la película como si fuera el Trash entre amigos que finalmente no hubo en la muestra, aplaudiendo y riendo a cada momento.
Para finalizar, John dies at the end, que es una comedia “de fumaos” (aunque en este caso es otro tipo de droga) con toques de terror y ciencia ficción. Nos cuenta la historia de David Wong y John, y de los efectos que tiene la “salsa de soja” en ellos. Me gustaría poder explicar algo más la película, pero creo que no sería capaz, y mucho mejor dejar que sea cada uno el que la vea, y se deje llevar por ese viaje de locuras. Desde luego, el universo que plantea Don Coscarelli, adaptando la novela del mismo nombre de David Wong, es cuanto menos muy divertido de ver y absolutamente impredecible.Y hasta aquí llega la jornada del viernes en la muestra, con Grabbers como la mejor película del día, y Boneboys, sin duda la peor. Pero la experiencia de un festival así, rodeado de amantes del género y con ganas de pasarlo bien, compensa basuras como Boneboys.