El tan aclamado terror psicológico es un tipo de narración en el cual se suscita el miedo afectando a la mente y la emotividad del público.
Mientras que el subgénero Gore se centra en lo visual y a menudo repugnante, el terror psicológico abandona la sangre como elemento principal y se centra en el miedo a lo desconocido y en la amenaza proveniente del propio espectador, que se estremece ante la exposición a miedos y vulnerabilidades centradas en las partes más oscuras de la psique humana.
El psicoanalista Carl Gustav Jung asociaba este tipo de terror a la sombra arquetípica, al lado inconsciente de la personalidad. También podríamos citar aquí el concepto de lo Ominoso de Freud y por supuesto, tengo que hacer referencia al que hoy en día consideramos como el padre de este subgénero: Edgar Allan Poe, cuya literatura contiene muchos menos “efectos especiales” que cualquier película de última generación.
Hoy vengo a hablaros de la influencia de este subgénero en el videojuego, así que voy a dejar de enrollarme porque si no… ¡esto es un no parar!
El terror psicológico se refleja en esta disciplina lúdica de una manera mucho más identificativa que en una película o en un libro, por ello la experiencia es mucho más excitante.
Claro que no es lo mismo estar en una sala de cine tapándote a medias los ojos hasta que la escena haya pasado que tener la responsabilidad de manejar al personaje y saber que hasta que tú mismo no avances con él, no ocurrirá lo que estamos esperando. De esta forma, si escuchamos a un enemigo pronunciar nuestro nombre a través de una puerta, como mucho podremos pausar durante unos segundos el juego hasta que nos armemos de valor para continuar.
La música y los efectos sonoros son elementos imprescindibles en este tipo de videojuegos, al igual que los juegos de luces y sombras. Un ambiente tétrico es ideal para guiarnos por estos senderos y si nos engaña, mucho mejor.
Si el final de un camino oscuro, con una música propia de un film de Kubrick, con sombras intercalándose en nuestra trayectoria y con risas y carcajadas de fondo nos conduce a una sala tranquila, lúgubre y sin ningún tipo de interés, lo habrán hecho genial. Seguirás intranquilo por no haber consumado ese estrés: ”¿Qué es esto?, ¿Cuánto va a tardar en salir alguien?, ¿Qué hago ahora?”.
De los que he probado, uno de los que mejor consigue este efecto es Amnesia: The Dark Descent. El hecho de jugar en primera persona, consigue una total identificación con el usuario y otros elementos como la carencia de armas hacen que te sientas aún más indefenso. Como la mayoría sabréis, el escondite es la única opción ante cualquier amenaza de muerte. Pero… ¿cuántos enemigos hay realmente en este videojuego? Creo que pueden contarse con los dedos de una mano. Sin embargo, Frictional Games preparó un ambiente terrorífico que recorre toda la aventura con esa iniciativa: afectar de lleno a la psique humana. ¿Realmente nos creemos los más poderosos del mundo? ¿No será que lo somos por ser (valga la rebundancia) los más inseguros? Os dejo que penséis en eso.
En definitiva, tememos en todo momento a lo que PUEDA aparecer, a algo que PUEDA hacernos daño, pero no sabemos el cómo, el cuándo ni el dónde.
Este survival horror me recuerda a Haunting Ground, en el que manejamos a una chica que también tiene que esconderse de sus enemigos. Aunque este ámbito esté menos desarrollado, lo recomiendo.
Otro de los grandes en esta materia es el conocido Slender: The Eight Pages, cuyo mito proviene de dos fotografías en blanco y negro de grupos de niños, a las cuales un usuario llamado Victor Surge añadió una figura espectral alta y delgada con traje negro y sin ningún tipo de rasgo facial, un rostro en blanco.
En este caso, debemos recolectar ocho notas repartidas por un bosque oscuro y terrorífico en el cual sabemos que acecha el personaje de Slenderman. Tampoco poseemos armas, sólo una linterna, la cual puede quedarse sin batería con el paso del tiempo.
De nuevo vemos ese miedo a lo desconocido y la posibilidad de que alguien (o algo) nos atormente.
Otras sagas como Alone in the Dark o Resident Evil poseen en muchos casos elementos de terror psicológico, sobresaltándonos al oír determinado ruido o a la vista de un movimiento que esté fuera de nuestro alcance.
En cualquier caso, el éxito del terror psicológico es un descubrimiento sorprendente al tratarse de una simple insinuación que invada miedo y angustia en el espectador. Los desarrolladores no hacen nada directamente, es el mismo jugador el que recrea esa sensación en su mente.
En mi opinión, el ser humano tiene tendencia (y está educado para ello) a controlar todo lo que esté a su alrededor. El miedo a lo desconocido provoca que no podamos controlar lo que vaya a suceder a continuación, hecho que nos crea inseguridad, inestabilidad y dudas. De ahí que busquemos explicación y respuesta para todo.
Y recuerda, puedes mantenerte vivo con lo conocido, pero no podrás vivir sin presencia de lo desconocido.