[Reportaje] Personajes: el arquetipo

[Reportaje] Personajes: el arquetipo

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Paloma Aragón Fidalgo 19 febrero, 2014 0

A la hora de construir un personaje, los arquetipos son los principales modelos en los que nos basamos. Se definen, más que por su aspecto físico, por su personalidad y por el papel que desempeñan. Podríamos decir que es el “rol estereotipado” de un personaje, sin entrar en las características que le hacen único. Mediante el reconocimiento de las distintas facetas de los arquetipos en la propia psique, podemos identificar a los personajes de otras historias.

Todos los personajes llevan a cabo un papel, centrado básicamente en lo que se conoce como el viaje del héroe, en la aventura desarrollada en el relato. El narrador debe conocer muy bien los roles de los distintos arquetipos para dar sustancia y coherencia a su historia, sin caer en el error de crear algo artificial y sin vida, basándose únicamente en la combinación de acciones y personajes de otros relatos. Por ello, lo ideal es tener claro qué tiene que aparecer en la historia y vaciar la mente para permitir que surja la chispa de inspiración.

El cometido de cada arquetipo viene determinado por la relación que tenga con el protagonista de la historia. Sí, ya sé que me repito, pero es que este punto es fundamental. Los arquetipos engloban todos los aspectos de la psique universal, y por ello existen, en mayor o menor medida, en cada persona. Existen numerosos modelos diferentes, pero podemos destacar siete arquetipos relevantes en una historia:

Héroe

Débil e inseguro en un principio y fuerte y decidido al final. Emprende el camino hacia el descubrimiento. Persigue un objetivo, y lo alcanza. Es el que guía la acción en el relato.

Lo que desarrolla el carácter del héroe es su interacción con el resto de personajes de la historia, que se definen por las acciones de éste y en respuesta contribuyen a su crecimiento personal. Debe conectar absolutamente con el jugador, ¿y qué mejor manera puede haber que manejando sus pasos?

Mentor

Sabio y erudito, desinteresado y generoso. Su cometido será enseñar y aconsejar al héroe en su viaje. Un elemento característico en él es la entrega de un objeto imprescindible para ayudar al héroe en su búsqueda.

El héroe emprenderá un viaje para descubrirse a sí mismo, por lo que, en algún momento, necesitará a alguien que le lleve por el buen camino. Su aparición suele ser repentina y se da casi siempre al comienzo de la historia.

Antagonista

Siempre se le asigna el papel de “villano”, pero eso es sólo para que los espectadores o jugadores no se sientan defraudados cuando éste no consiga su objetivo, que realmente es su única definición. El antagonista podría ser compañero o incluso “amigo” del héroe, cumpliendo únicamente con la característica de no conseguir el objetivo en cuestión.

Debe tener una personalidad difícil de derrotar, debe ser creado con la convicción de que en cualquier momento pudiera derrotar al héroe.

Guardián del umbral

Es el siervo obediente del villano. Intenta impedir por todos los medios el avance del héroe, y le va poniendo a prueba. Estos guardianes son también los que más ayudan al héroe a crecer: tiene que cometer errores, tener debilidades o nunca se embarcará en el “viaje”.

Heraldo

Amistoso, leal y, en ocasiones, demasiado directo. Es el compañero o amante del héroe. Aporta motivación al protagonista.

En la mitología griega, Hermes era el heraldo más conocido y se convirtió en el símbolo de los mensajeros, mientras que en la mitología hindú, lo personifica Hanumana, mensajero y fiel sirviente de Rama.

Aunque el papel principal del heraldo es transmitir el mensaje que anime al héroe a emprender la marcha inicial, también es esencial que motive al héroe lo suficiente como para que éste continúe la búsqueda.

Metamorfo

Cambia de personalidad y no es de fiar. Suele representarse como una femme fatale o mujer fatal. Pone a prueba al héroe y es muy común que represente varios papeles durante el relato para crear confusión.

Tunante

Por último, uno de los favoritos. Este personaje destaca por su hipocresía y su discurso absurdo. Es travieso y alborotador.

El humor físico es un potente arma en el Tunante, y los animadores pueden hacer uso de él a través de la exageración de estos rasgos o de las reacciones ante determinadas situaciones.

La tarea más complicada realmente es saber cuándo utilizar a este personaje.

Así que a partir de ahora, reconocerás fácilmente cualquiera de estas facetas en tus videojuegos… ¡y sabrás cómo actuarán!

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