El llamado empoderamiento del que tanto habló el presidente Obama como parte de su visita a Cuba es un arma que asusta a los sicarios del régimen de La Habana. Dirigentes corruptos que operan desde la impunidad y no ofrecen garantías a los cuentapropistas cubanos y mucho menos a quienes quieran invertir llegando desde fuera de la isla.
Y es que las mal llamadas oportunidades que brinda la isla para la inversión cuelgan de un hilo y de la interpretación de un país sin leyes ni derechos. La más reciente cacería tiene lugar en la provincia de Camagüey donde los paladares se han convertido en la diana de las autoridades.
Una de las historias más ejemplarizantes es la que relaciona al cuentapropista cubano Edel Izquiero Fernández, propietario del restaurante 1800, quien fuera detenido hace dos semanas sin que se conozcan hasta la fecha las causas de la detención ni el proceso que se seguirá en los días posteriores.
El restaurante de Izquiero pasó por una inspección en la que al parecer se determinó que había irregularidades enmanadas de sus instalaciones e inventario, sin que hasta la fecha haya trascendido cuales son las presuntas ilegalidades puestas de manifiesto en el registro.
Violando normas establecidas en el propio país, Izquiero Fernández fue requisado y detenido en horas de la noche.
Según da cuenta Cubanos por el Mundo al restaurante le fueron decomisadas todas las bebidas, incluyendo botellas llegadas desde otros países que fomentaban una suerte de exposición de bebidas y licores del mundo, fomentada por el dueño con la coolaboración de sus clientes más asiduos.
Contrario a lo que sucede con entidades de su tipo administradas por el estado cubano, el restaurante 1800 es uno de los paladares preferidos por los turistas que visitan la isla. Por ello durante dos años ha sido reconocido por su excelencia en Trip Advisor, un referente oblifatorio para el turismo mundial.
Al parecer el mal se extiende. También se supo que los dueños de los paladares “Mi Hacienda” y “La Herradura de Papito Rizo” están detenidos.
Otras fuentes consignan que como parte de las detenciones se alegó que la apropiación de bienes ilícitamente es la causa principal de las detenciones. Ilícito es todo en Cuba, un lugar donde los permisos para la apertura de pequeños negocios privados se dieron, antes de que los propietarios dispusieran de un lugar donde comprar insumos y productos legalmente para poder prestar sus servicios.
Los detenidos permanecen incomunicados. En el caso de “Mi hacienda” los bienes fueron completamente decomisados. A estos se les achacaron fuertes vínculos con el mercado negro, a quienes les compraban productos enlatados y vegetales que el régimen no tiene en ningún sitio a la venta.
Aunque los cuentapropistas siguen su paso, la corrupción les hace mucho daño en un país donde reina la impunidad. El régimen ha puesto limitaciones de espacio, cantidad de clientes, y hasta tipos de productos a la venta en la carta menú.
La persecución a los paladares es una fuente de desempleo, pues estos centros generan ocupación para cientos de cubanos que se quedaron sin empleo como parte de la reducción del sector estatal.
Con información de Cubanos por el Mundo.
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