Revista Cine
Richard Curtis, creador de Love Actually, nos brinda la posibilidad de viajar en el tiempo a la era disco, donde ambienta esta comedia para todos los gustos, demostrando que además de ser un gran guionista es un excelente director de comedias, y sobretodo comedias plurales, donde hay más de una historia que se va entremezclando con las demás.Años sesenta, el rock esta prohibido en las emisoras británicas, pero las emisoras piratas emitiendo desde barcos no van a permitirlo, como la que nos da el contexto para todo tipo de situaciones cómicas de un grupo de "progres", hippies, rockeros, etc. que se dedican a poner rock y a vivirlo. Un joven es enviado con su tío, jefe de la emisora pirata, para ponerse en el buen camino, pero en realidad ese barco será todo lo contrario.El éxito de la cinta, a parte de una excelente historia, se debe a un reparto de auténticos profesionales, encabezados por Bill Nighy y el ganador de un Oscar, Philip Seymour Hoffman, junto con actores de la talla Rhys Ifans, Ralph Brown, Kenneth Branagh, Gemma Arterton, Emma Thompson o Jack Davenport, y con humoristas como Nick Frost y Rhys Darby, y alguno más que seguramente me descuido, todos ellos realizando magníficos trabajos en sus correspondientes trabajos.La película podría ser descrita como una serie de gags independientes pero que unidos dan una obra maestra de la comedia británica actual, pero como se demostró como Love Actually o Paris, je t'aime, por poner unos ejemplos, las películas plurales, tanto de historias como de directores, funcionan.Una excelente cinta para disfrutar de una historia, que además de humor, nos brinda momentos de amor y de emoción, con un final, que no desvelaremos, pero que es extraordinario e irrepetible.Valoración: 4/5