estancia al final de la escalera principal
Pascal
Häusermann denfiende la libre expresión del individuo, y por tanto la libre expresión a través de en la
arquitectura.
Habitualmente, Häusermann desarrolló sus burbujas de acero y hormigón en parcelas que podríamos denominar "cómodas".
Sin embargo,durante 1966-67, en el Club Tekki de la rue de Sèvres en Paris, se encuentra con una situación que no se repetirá en su carrera, la parcela está en un patio de
manzana, y tendrá que reformar y ampliar un viejo edificio de talleres
para convertirlo en un centro recreativo.
Por tanto la antítesis de las parcelas "comodas", constreñido en un patio cuyas únicas conexiones al exterior son el cielo y un extrecho pasadizo bajo el edificio de la rue Sevres, que a cota de planta baja lo conecta con la calle.
sección transversal del viejo taller y la ampliación propuesta
Häusermann aprovecha los viejos talleres, los reordena y en el vacío restante propone nuevos usos como: el núcleo
de comunicaciones, una piscina conectada al restaurante, y un solarium.
plantas y sección longitudinal de la ampliación
En su forma de hacer es "aprioristico", insiste sobre sus "bulles" y en un programa de cierta
complejidad como éste no puede llevarlo a sus últmas consecuencias
por lo que se contamina y se mezcla con nuevas soluciones, que le
dotan de un aura mágica.
Durante la construcción las escaleras que suben al solarium,
desde el restaurante y la piscina, al fondo la rampa.
Cómo se explica sino, esa
insistencia por instalar la piscina en la planta superior, y un
solarium suspendido.
El solarium
Esta maravilla fué demolida, pero su lección no debe ser obviada, pues en ella se dan el respeto a la preexistencia, el entendimiento del contexto, la innovación formal, la arquitectónica, la técnica e incluso la social.
piscina
pasarela desde el restaurante hacia escaleras del solarium
en la escalera principal
En éste caso determinadas represiones contextuales han servido como catalizadores proyectuales .
+ info en el Fondo Regional de Arte Contemporáneo