María Alejandra Díaz
El imperialismo construyó un Leviatán de dominio social y fronteras territoriales jerárquicas. Por su parte el imperio no establece ningún centro de poder, ni barreras o fronteras, de identidades híbridas, jerarquías flexibles e intercambio plurales, con redes adaptables, sin colores distintivos, fusionados en el arco iris global imperial (Negri)
Desde 1302 el papa Bonifacio VIII y sus banqueros, se convirtieron en Imperium, enfrentaron a Felipe el Hermoso y la monarquía francesa, que reclamaba control de los tributos y la tierra. Dominio privado vs res-pública. Vieja pugna entre Repúblicas soberanas, con dominio sobre tierras y recursos e imperios que ejercen el control mediante armas u otros medios. Mismo conflicto histórico, diferentes actores y modos.
2500 años de dominio ejercido por los gánsteres de la banca, usureros de toda calaña que desmontaron los Estados Nación, incluyendo EEUU: asesinatos de presidentes de por medio hasta la fundación en 1913 de la FED, instancia de colonización y plataforma para vaciar Repúblicas, tomando países, destruyéndolos con guerras mundiales como cortina.
Ante el inminente cambio de era que está ocurriendo con el acuerdo entre China, Rusia y USA para desarrollar un sistema monetario basado en blockchain, zafándose de la FED y sus corporaciones se resiste e intenta mutar refugiándose en otros actores: GAFAT,(tecnológicas de la comunicación ) farmacéuticas, ONG´S privadas, ONU, OMS y demás organismos, quienes decretan un shock sanitario aislante y desconector, inmovilizando y lisiando a pueblos en su potencia.
Corona Virus, terrible impostura que oculta el plan global de reimponer la pacificación desde el cadáver insepulto de la ONU, desolación y guerras corporativizadas detrás de ellas. Aplanamiento de la tecnocracia de corporaciones privadas, estado de inestabilidad e incertidumbre, poder híbrido de apariencia neutral que intenta evitar nos defendamos en alianza con el otro.
La Imposición de paradigmas del imperium tecnocrático/sanitario/ambiental en contra de los pueblos, de su territorialidad, su potencial para resistir, defenderse y generar contrainteligencia, herencia de Westfalia, es la confrontación soterrada que hoy debemos resolver como humanidad.
Frente a la coacción inadvertida del imperium que desde la ONU y OMS pretende dominar el planeta, republicanizarnos: recuperar nuestra soberanía, sin tutelajes de ninguna instancia que pretenda secuestrar decisiones propias, con argumentos morales, militares o científicos. Es hora de liberarnos de élites corruptas con ropajes falsos, o ¿Quién puede negar que después de la ONU han habido más guerras?
La verdad no debe imponerla ninguna autoridad única que esconde intereses privados. La verdad la hacen los pueblos con sus soberanías, construcción del colectivo humano que con defectos o con virtudes habita este planeta.
Hoy denunciamos que sobre esta emboscada coordinada por el imperio real corporativo y religioso, pretenden secuestrar soberanías induciendo el pánico, asaltarnos e instalar el Nuevo Orden Mundial soñado por Kissinger, Rockefeller y Rostchilds.
Construyamos desde los propios conatus de las Repúblicas una arquitectura internacional jurídica justa y democratica (tantun ius cuanto potentiae) donde el orden se traduzca en relaciones de respeto y equidad entre las naciones, abandonando el injusto derecho de veto y al artefacto que es la ONU.
Contraponerles la Republicanización: Repúblicas ya no como correajes de centrífugas tributarias de la acumulación por desposesión de un sistema financiarista mafioso y saqueador. Geopolítica de los pueblos y los Estados nacionales soberanos. Repúblicas con “independencia de espíritu, origen de la tenaz perpetuación de las sensibilidades al hecho de que los hombres tienen una necesidad inextinguible de lazos afectivos y sustanciales y de una identidad correspondiente en el nacionalismo, como probable factor de rebelión contra el racionalismo tecnocrático y utilitario del Estado de Derecho” (Kolydis), es decir, Repúblicas como patrias.
Luchemos siempre para defender el arraigo, aquel juramento, a una patria a una tierra “todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una patria y estaba arraigado en una tradición” (Heidegger).
No caigamos en la trampa anglosionista de constituciones híbridas, suerte de Common Wealth por la puerta trasera. No hay tal derrumbe del capitalismo, hoy estamos presenciando un escalamiento a otro tipo de subsunción, un totalitarismo amigable pero igual de perverso y venenoso.
¿República o Imperium? ¿Soberanía que reside en los pueblos o en instancias de autorepresentación, autoproclamadas en autoridad mundial erigidas en el neo leviatán sanitario, científico, comunicacional, político y militar?
No aceptemos ninguna estrategia de cercenamiento, y secuestro de la voluntad soberana, no permitamos se nos imponga la Ley Patriota global del imperio del terror, el miedo y la desmovilización popular.
!Insurjan Repúblicas del mundo contra esta guerra que nos hacen los carteles de la desinformación, de las farmacéuticas y del clima, exorcicemos los rincones donde están escondiéndose los feligreses del pantano del neoliberalismo atroz!