Requiem

AC/DC – Back in Black
Bon Scott, se despedía del mundo, mas bien de la noche acabando un festivo pasar nocturno, cerrando los ojos para no abrirlos más. Las copas desmedidas terminaron tragándose al individuo, consumiéndolo y silenciando su voz, por allí circula el mito que murió ahogado en su propio vomito, mas esto ha sido rebatido como una mentira, quien sabrá?
No era predecible, que luego de la caída de Bon en su propia y fabricada por el mismo, oscuridad, sus compañeros dieran un puntazo tan grande en su memoria. Una obra contundente hasta la medula, poderosísima, machista y directa, como dicen que debiese ser siempre el rock. Los ecos de la garganta asfixiada retumbaron y muy fuerte.
Una actitud callejera, casi al borde de una proclamación retroactiva, el retorno a una Edad de piedra gobernada por el instinto ruin y básico. Alegorías por la sumisión femenina, la predisposición arrasadora y casi al limite de lo ilegalmente aceptado, convirtiendo las sonoridades pesadas y merodeadoras, en estampas semi forajidas.
Como si toda la parafernalia que incluye el rito de un luto, fuese llevado a cabo por una manada del bajo mundo que sabe que la única manera de dejar descansar en paz a su compañero, será el inculcar el mas primario caos, en sus escuchas; Al fin y al cabo nunca hay otro fin.
Rigiéndose por las materias mas elementales y ajustadas a la línea primaria, volcaron todo el potencial en una sola placa, casi siempre el camino mas corto es el que se va lo derecho sin escatimar en pomposidades insustanciales, es mejor la brutalidad mas sincera. Se podría decir que las canciones de Back in Black tiran la piedra, pero en ningún momento esconden el brazo, si no que además te escupen.
Mas la baja debía ser sustituida y que mejor, que tomara esas labores uno de los ídolos del caído. De profesión camionero y una clara predisposición a los automóviles Brian Johnson, ocuparía las labores vocales. Conjugando la misma bravura, con la inflexión e impresión de una devastadora amplitud vocal.
El apronte de campanadas infernales (hell’s bells) pronostica una sinuosa y beneficiosa fotografía del averno donde nos situamos, Shoot to thrill, seria la declaración posterior, a las féminas del tártaro, en términos poco amigables, mas de una perspicacia picaresca irremediablemente rockera. Composiciones no demasiado alejadas de este precepto son What do you for money honey y Let me put muy love into you, una sucesión infinita de guitarrazos, marcados fuertemente por una testosterona cervecera rígida, solidificada por una actitud maleante y severa. Hasta este punto puede sonar irremediablemente hedonista, mas, lo es. Es orgullosamente asi este sonido y es ese descaro el que lo ratifica. Givin the dog a bone, se enriquece con el jugueteo armónico, el chivo expiatorio para que Cerberos abra el paso.
“tienen que atraparme si me quieren colgar”

Back in Black (canción) seria el soundtrack natural de un paraje demasiado oscuro, hostil y rebelde, reconocible institivamente, bastan esas primeros atisbos con las baquetas, esa especie de turbulencia maquinal se ratifica como la esencia mas intrínseca del rock. Tomando toda una pila de clichés y acopiándolos en si misma. Una simple y llana pieza imprescindible del genero… advirtiendo antes de partir con un tenue…“no tientes la suerte”.

Menos mecánica y con aroma a concreto de carretera You shook me all night long, se disfraza de otras tonalidades menos irreflexivas y si mas ígneas, con sus aprontes de lascivia implícita. Have a drink on me, refriega toda la juerga etílica noctívaga, por su parte su sucesora (shake a leg) no se desmarca para nada de la homogénea atmósfera, haciendo imperar siempre ante todo el sentido de potencia.
“el rockanroll no es contaminación acústica ni ningún enigma”

Clausurando el réquiem, y declarando principios de paso (¡si los hay, para mi sorpresa!). Rock and Roll ain’t noise pollution, muestra una faceta mas bluesera en su apertura, un ápice mas recatada. La solemnidad gamberra ante todo. Un final ligeramente desacelerado, cuando se hacen las odiosas comparaciones.
Un imperdible, nada muy abstracto, nada muy complejo. Esto es solo Hard rock y del bueno.
La opera magna de la banda que de seguro guió al cabron de Scott por su propia carretera al infierno.

· Tracklist
· Hell’s bells
· Shoot to thrill
· What do you do for money honey
· Given the dog a bone
· Let me put my love into you
· Back in black
· You shook me all night long
· Have a drink on me
· Shake a leg
· Rock and roll Ain’t noise pollution