Jueves 20 de octubre, 20:00 horas, Auditorio de Oviedo. Concierto de Clausura de la XX Semana de Música CajAstur: Orquesta Juvenil Luigi Cherubini, Coro de la Fundación Príncipe de Asturias (maestro de coro: José Esteban García Miranda); director: Riccardo Muti, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2011. Réquiem en Do menor (L. Cherubini).
Da gusto tener amigos que me consiguen entradas para estos eventos restringidos donde mucho público no es el habitual de los conciertos, incluso ni saben quién actúa o la obra que escucharíamos. Eso sí, tosen como "profesionales" a 60 por minuto, alternando caramelos y comentarios variados que ni se dan por aludidos ante una mirada enfadada del Maestro.
Pero claro, asisten los Príncipes y no importa estar 30 minutos sentado en la butaca por protocolo, ni siquiera hacer esperar cinco al director antes de arrancar con un "Himno de España" que en la joven orquesta fundada por Don Riccardo sonó muy italiano como no podía ser menos.
La obra elegida no es habitual y tampoco muy agradecida, pero hay que reconocer que los duros ensayos del coro lograron una versión más que digna, sumando otra gran batuta a su currículo.
De las notas al programa del académico Antonio Gallego tituladas "Armonía, consenso, universalidad, los valores que nos salvan" casi diría que fueron premonitorias en un 20-O histórico en que comimos con la noticia que Gadafi había muerto para proseguir con ETA anunciando su final (!). El título de la entrada no es lo que parece (anunciaríamos La Tercera) sino por el origen e historia de esta obra para coro y orquesta bien analizada por el académico zamorano, que Muti ya grabase hace años junto al de Verdi (además del Réquiem para voces masculinas) y que era lógico trajese a Oviedo con "su orquesta" que lleva el nombre del compositor, teniendo además un coro asturiano que en estos momentos puede con lo que le echen siendo capaz de amoldarse a todos los repertorios y directores, lo que es un mérito enorme. De este Réquiem escribe Gallego en las notas que "al margen de sus habilidades músicas, que fueron abundantes, también tuvo la de mantenerse en el poder con regímenes tan distintos como la República revolucionaria, el Imperio y los nuevos Borbones, un buen ejemplo de lo que hoy podríamos denominar consenso".
De la dirección todo un lujo, y más conociendo cómo logró transmitir a orquesta y coro lo que la partitura esconde. Los jóvenes instrumentistas lograron una versión casi impecable con unas dinámicas formidables solamente rotas en los pianísimos por las toses que no cesan nunca ¿hasta cuándo? y un sonido compacto que además empastó a la perfección con el coro.
Las voces asturianas tuvieron que afrontar pasajes muy difíciles, sforzandos, ataques precisos y claros para recoger hasta lo imperceptible, crescendos y decrescendos muy logrados y sobre todo esas notas en el registro de paso tenidas, muy largas que les dieron más guerra de la cuenta a algunas cuerdas pero compensadas por la igual riqueza de matices que la orquesta, destacando para mi gusto un Dies irae casi profético que pareció acallar los carraspeos disparados desde todos los ángulos tras el golpe de gong, y el Sanctus de una delicadeza expresiva, afinación y perfecta emisión, nunca tapada por la orquesta que no estuvo a la zaga sino que compartió en todo momento sonoridades y emociones como así transmitía el Maestro.
Muti siempre en su sitio crítico desde la música: antes del concierto ("Antes que nada hay que educar a los políticos..."), nada más llegar a Asturias, donde tiene conocidos de juventud (Vicenzo Menghini) y de madurez (Beatriz Díaz estuvo con él tras el concierto), unos ensayos duros para conseguir transmitir su visión de este Requiem, durante el concierto soportando estóicamente la espera real junto a la mala educación, y después, departiendo amigablemente con tantos amigos asturianos, rematando en el Teatro Campoamor estos tres días con nosotros para recoger su galardón. Maestro mil gracias y enhorabuena por un premio que le liga un poco más a nuestra tierra.
Un "Asturias, Patria Querida" de compromiso (protocolo obliga) cerró esta vigésima semana musical asturiana de los Premios Príncipe de Asturias, aunque queda todavía el broche...
Anna Malavassi, Riccardo Muti y Beatriz Díaz.