El pasado 20 de Noviembre de 2011, se celebraron en este país llamado España, elecciones a Cortes Generales (Congreso y Senado), el resultado de todos conocidos dio una mayoría al Partido Popular (PP) y elevando a Mariano Rajoy a la categoría de Presidente del Consejo de Ministros, es decir a Presidente del Gobierno de todas las Españas.
La sensación que tengo, puede que equivocada, es que pasado casi año y medio de gobierno del PP, la ciudadanía, incluso aquella que dio su confianza al partido gobernante se siente manipulada y no por lo que dijera el PP durante la campaña electoral, que no dijo nada, sino por lo que dijo contra el Gobierno anterior, yo diría que se sienten engañados y hasta estafados.
Pero aquellos y aquellas que no tuvimos la osadía de votarlos nos sentimos indignados, indignados por sus acciones de gobierno y lo que es peor, por haber cambiado las reglas del juego democrático, el PP ha secuestrado la democracia, las Cortes Generales no son el centro del debate político, no son el centro del debate de ideas, no es el centro donde se mejora las condiciones de vida de la ciudadanía ni la calidad democrática de este país, el centro oficialmente está en la Moncloa con sucursales poderosas en otros lugares.
Es en la Moncloa donde se amasan y cocinan los pasteles que luego, con gran abundancia de vaselina retorica, le servirán al pueblo en esa enorme carta gris que se llama Boletín Oficial del Estado y, los menús Reales Decretos.
Las Cortes Generales han fallecido. Una oposición, la mayoritaria marchitada y acomplejada, víctima de tanto girar sus llaves hacia la derecha aun representando a la izquierda oficial, la oposición de izquierdas minoritaria quiere pero no puede, molestan demasiado al régimen y a los amigos del régimen, a esos que les sigue molestando que se reclame respeto a la dignidad de los seres humanos, que puedan trabajar, que puedan comer, que puedan acceder a la educación, a la cultura, al deporte, a la sanidad, a la vivienda, en definitiva a disfrutar de los derechos humanos. No consienten que las llaves giren a la izquierda, porque en esa izquierda, la izquierda plural, nunca habrá, estoy convencido, llaves de doble vuelta.
Los sustentadores del Régimen, siguen pensando que, por tener una Constitución, que por cierto se incumple a diario, por tener unas Cortes Generales, por poder ejercer el derecho al voto, en fin por poder ejercer derechos democráticos formales, la sociedad se resigna, se han olvidado que los tiempos cambian, que la ciudadanía que en su día acepto aquello que vinimos a llamar transición ejemplar comprueban día a día que transición no fue tan ejemplar o por lo menos que aquellas esperanzas depositadas se han ido enterrando por actuaciones indecentes de determinados dirigentes políticos, gente con poder e instituciones que debían ser ejemplo de comportamiento cívico y honesto.
El Régimen está muerto, estamos en un nuevo tiempo, en ese tiempo donde la ciudadanía ya no se resigna a intentar ejercer sus derechos formales, la ciudadanía quiere participación activa en las decisiones que marcan sus vidas, no se fían de sus representantes, porque se sienten utilizados, se sienten defraudados por aquellas expectativas que en su día se les prometió y escribió como fue el Estado Social y de Derecho.
Y no solo se siente defraudados los que vivieron aquella época, también lo están las nuevas generaciones, por ser las más castigadas por un sistema injusto, que premia a los poderosos y olvida a los débiles.
El Régimen está muerto, ahí está la realidad social; mas de 6.000.000 de familias en paro, un 28% de pobreza, una justicia injusta por lenta y arbitraria, un Gobierno que machaca a la mayoría de la población, la machaca en toda la extensión de la palabra, el Régimen está muerto, porque la ciudadanía ha dejado de confiar en él, porque nos han robado nuestros ahorros democráticos.
Y ante esta situación, los denominados “grandes partidos”, intentan reinventar otra nueva transición política, ellos dos, sin contar con la ciudadanía, es esa cantinela que no paramos de oír y que la han “bautizado” con algo que vale para todo, EL PACTO, que no es otra cosa que seguir manteniendo el actual Régimen con un nuevo maquillaje. Es como si quisieran hacer una nueva muñeca a la imagen y semejanza de ambos dos.
La letra pequeña ya no nos vale, no le vale a la ciudadanía, no nos vale el pacto de quienes obedecen ciegamente al Alto Estado Mayor de Bruselas, que no dudaron en cambiar de la Constitución, para primar el saneamiento de bancos y deudas a costa de empobrecer a la mayoría de la ciudadanía. Que no dudaron en machacar a trabajadores y trabajadoras con dos reformas laborales dejándolos desposeídos de toda protección. Que han dejado a mas de 2.000.000 de niños en la pobreza. Que han dejado que aquella Institución que decían ser el árbitro del Régimen, nos ha resultado una institución corrupta
Cerrado por defunción, es lo que se me ocurre, para a continuación gritar VIVA LA DEMOCRACIA, esa democracia real, donde los ciudadanos y ciudadanas sean protagonistas de su destino, asumiendo tareas de participación en el marco de un proceso constituyente, que como suelo decir haga posible, más pronto que tarde, que lo que hoy parece imposible.
Andrés Cuevas González
Presidente del PASOC