Desde hace mucho tiempo me gusta provocar el debate sobre qué es una persona normal, qué es lo normal. Allá por 2011, con Rajoy como excusa, escribí Rajoy, lo habitual, lo normal y las preguntas. En esta última campaña ha sido Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos quien ha insistido en que los líderes de este partido son “gente normal”, que visten normal y tal. Claro, esa afirmación tiene truco propagandístico porque a la masa aborregada nos gusta ser “normales”. Dicho esto, en la primera escena de Requisitos para ser una persona normal, nos encontramos en una entrevista de trabajo a una treintañera muy preparada a la que preguntan: ¿eres una persona normal?
Claro. Ella responde que sí y enumera una lista de mentiras que implican ser feliz. Esto es, además de tener trabajo, tener casa, tener pareja, tener vida social, tener aficiones, tener vida familiar y, en definitiva, ser feliz.
Así que, aunque nuestra protagonista, María de las Montañas, no consigue el trabajo, se propone ir cumpliendo toda la lista apoyada por un nuevo amigo, Borja, un tipo particular que nos enseñará lo romántico que puede ser un “horno holandés”, algo que no aparece en la lista de María de las Montañas.
La peli es entrañable y nos dibuja una sonrisa. Su alma naif y algunos de los recursos a mí me evocan a Amelie. Si andas por los treinta años seguro que te llega cerca. Y si no tienes claro que es ser normal, pues también.
Dirección:Leticia Dolera.Guión: Leticia Dolera.Reparto: Leticia Dolera, Manuel Burque, Silvia Munt, Jordi Llodrà, Miki Esparbé, Alexandra Jiménez.País: España.