Revista Educación

Rescatar la cultura

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Rescatar la cultura

Parece no ser un escándalo hablar del rescate a la banca, a los autónomos (así, un ente abstracto, como si no los hubiera en casi todos los sectores), a los restaurantes, a los hoteles y a las compañías aéreas, entre otros, pero si se piden ayudas para el mundo de la Cultura caemos en el "ya están los bohemios llorando". Lo primero, es que también es una industria, que aporta empleo y paga sus impuestos y que abarca, no sólo a quien es autor de la producción y suele ocupar la mayor cantidad de espacio en un cartel promocional, sino a empresas de sonido, catering, transporte, publicidad, impresión o acomodación, entre otras. Muchos de los trabajadores y trabajadoras de este sector son autónomos. Y contratan a otros autónomos.

Lo segundo es que, durante este confinamiento, los productos culturales difundidos de forma gratuita por los medios virtuales nos han permitido soñar. Durante unas horas, nos ofrecen el placer casi de un viaje astral, salimos de nuestra mente para olvidar los sinsabores de nuestra realidad y sumergirnos en la experiencia de los otros. Y como efecto secundario, si el espectáculo o el libro es muy bueno, nos deja el alma saciada. Además, su talento vertido en la Red servirá también como documento para sociólogos y generaciones futuras de cómo vivimos estos días.

Decía Lorca, en 1931, en la inauguración de una biblioteca, que si él se veía en la necesidad, pediría medio pan y un libro. Que "yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan".

Comparto aquí cuatro ejemplos de los productos culturales que a mí me han alimentado el alma en estos días. Hay miles. Correspondamos el esfuerzo de los creadores en estos tiempos difíciles, en los que han querido ofrecer un poco de alivio a nuestras penas, cuando las salas vuelvan a abrirse. Compremos una entrada, un libro, un disco. Pidamos pan, pero también cultura.


Volver a la Portada de Logo Paperblog